“Zango, zango, sabaré” y así continua la canción de ronda que seguramente usted y yo lector, cantábamos de niños en el patio de la escuela o con nuestros amigos de la infancia.
Esta melodía hace alusión a fiesta y carnaval, a pasarla bien y tal parece que la variante de covid llamada ómicron en esas anda, de fiesta total contagiando a diestra y siniestra a quien se deje.
En CdMx esta cepa ya desplazó a la delta como la variante más dominante y en Hidalgo para allá vamos también; y es que los contagios a raíz de las fiestas de fin de año han estado al alza de una manera ya alarmante.
Tan fuerte se esta poniendo la cosa que además de cancelar eventos masivos, el gobernador Fayad también ya dijo que el regreso a clases presenciales habrá que aguantarlas al menos una semana más.
Es cierto que esta variante es mucho más transmisible y contagiosa que cualquier otra, los que saben dicen que una sola persona puede llegar a contagiar a miles más, pero también es mucho menos agresiva, no por ello deja de ser de cuidado, las muertes siguen, los hospitales con sección covid igual, la pandemia esta aún presente y eso es algo que no debemos olvidar.
Lo comento porque lo que se ve al menos en las calles pachuqueñas es todo menos precaución, cierto es que mucha gente sigue respetando las medidas sanitarias, pero otras más ya no.
Lo triste también es que, quienes deben de ser vacunados, los niños menores de 15 años, hasta el momento no entrarán en el protocolo de vacunación del gobierno federal, quienes por cierto y a través de su secretario de Salud, ya nos dijeron que con paracetamol y Vick VapoRub la cosa se resolverá. Deprimente ver el nivel de los que nos gobiernan.
David Aarón Cárdenas
