Mucha política en estos días, pero es necesario pausar ese tema para reconocer lo que de alguna manera sí se hace, pero no con la seriedad debida.
He dicho ya de manera reiterada que el virus que provoca covid llegó para quedarse, que se han hecho esfuerzos descomunales para mitigar su impacto en la salud de quienes lo portan, pero pareciera que como buenos mexicanos que somos, cuando creemos que ya la cosa está controlada, regresamos a las andadas.
Los contagios han venido al alza desde hace tres meses, las estadísticas así lo muestran, las muertes seguirán eso seguro, pero nunca como antes, la vacunación y la generación de anticuerpos entre aquellos que ya han enfermado, han de una u otra manera desacelerado la gravedad del asunto.
Pero justo lo anterior, puede representar ahora el problema, en esta época del año las vacaciones de verano ya están, y como buenos ciudadanos infantilizados que somos, si nuestra madre la autoridad no pone sus reglas, estaremos haciendo nuestra santa voluntad; y ¿qué cree? Mamá nos va a dejar de cuidar, las restricciones de antes dudo las vuelva a implantar, no sería bueno para la economía y según papá gobierno, tampoco para la sociedad.
A los más nos invitará a portarnos bien, a demostrar que ya somos maduros y que por cuenta propia nos cuidamos, nos protegemos y por decisión pensada mantendremos las medidas sanitarias que ya conocemos, todo con el fin de romper la cadena de transmisión. En lo personal, al menos veo destellos de coherencia, ya que la mayoría el cubrebocas en espacios cerrados lo sigue usando, pero doña sana distancia esa sí ya se nos fue, espero que esta nueva ola no se lleve a alguno de nuestros cercanos.
David Aarón Cárdenas