Con el anuncio de Va por México en Hidalgo donde PAN, PRD y el PRI irán en coalición, y mejor aún, donde el partido en el poder es el que pondrá al candidato (que insisto que debe ser candidata si quieren ganar), ha arrancado una de las maquinarias más viejas desde que empezó la democracia en nuestro país, le hablo de la maquinaria electoral partidista.
Esto es empezar la persuasión sobre el elector para influir en su decisión de voto, y aquí se vale de todo, ya que frente a una contienda cerrada como la que tendrá nuestro estado esta manera de operar es de gran empuje, así que se le debe de engrasar muy bien, con suficientes recursos y apoyo de la estructura de los partidos para operar a lo largo y ancho del territorio, con amplia eficiencia y disciplina, en cada municipio, colonia y barrio, cosa que el PRI tiene, conoce y sabe manejar a la perfección.
Además, se le debe sumar el uso magistral de los “incentivos”, léase favores o recompensas para que sean suficientes y lleguen a quien deben, para seguir manteniendo la lealtad al partido.
A lo anterior hay que sumarle que ya se fumó la pipa de la paz entre Carolina y Félix, quienes además de alabarse mutuamente dejaron en claro que quien quede de ellos dos (no hay nadie más), el otro lo apoyará a morir para seguir permaneciendo en el poder. Hidalgo es uno de los tres estados que quedan en donde nunca ha existido la alternancia partidista (Estado de México y Coahuila son los otros), el PRI siempre ha ganado, así que este es uno de sus últimos bastiones que seguro estoy defenderán con todo para no perderlo. Si los Morenos no muestran la unidad que Va por México está teniendo, no tienen la victoria asegurada.
David Aarón Cárdenas
