Política

Adán Augusto y la despolitización de la política

  • Mirada Latinoamericana
  • Adán Augusto y la despolitización de la política
  • Daniela Pacheco

El senador Dante Delgado aseguró que la relación entre Movimiento Ciudadano y el titular de la Secretaría de Gobernación, Adán Augusto López, está rota, criticando “su cabildeo en los congresos locales en favor de la reforma” para que la Guardia Nacional pase a formar parte de la Secretaría de la Defensa Nacional. ¿Cuál es el rol entonces de un político que hace política?

“Haga como yo, no se meta en política", dicen que aconsejaba el dictador español Francisco Franco cuando las discusiones entre sus ministros se ponían difíciles. Estamos frente al deseo de un consenso sin conflicto, la “buena política” que carece de confrontación y que obedece a la lógica de que las instituciones deben permanecer neutrales, ¡como si se regularan solas por el solo hecho de ser, en favor de las mayorías y en un país como México!

Más allá de estar a favor o no de la propuesta del paso de la Guardia Nacional a la Sedena, o de simpatizar o no con el Secretario de Gobernación, ¿cuál es la alternativa a hacer política en las instituciones de un Estado de Derecho? ¿Quién adopta y cómo se adoptan las decisiones al margen de la política? ¿Se adoptan en función de la autoridad de quien o quienes han tenido siempre el poder de forma “natural”? Los cargos y encargos públicos tienen su única razón de ser en el servicio en favor de las mayorías.

Apostar por gente o por personas sin intereses colectivos sería lo más cómodo para el statu quo como seguramente lo plantearía un partido como Movimiento Ciudadano, especialmente para una derecha que aboga por la despolitización de la propia política, al igual que organismos como el Instituto Nacional Electoral que le piden a políticos y políticas —elegidos por voluntad popular para alzar su voz en representación de millones— ¡que no hablen de política! También lo sería aferrarse a las “únicas verdades y ventajas” de una solución civil frente a la solución militar del presidente López Obrador para quienes no tienen la responsabilidad de resolver el problema de violencia que agobia y daña a millones de personas lejos de la capital mexicana.

Según una encuesta de la firma Buendía y Márquez, el 80% de las y los mexicanos respalda que aumente la participación de las Fuerzas Armadas en el combate al crimen organizado. Querer despolitizar un fenómeno que se viene discutiendo en el país, por voluntad de la misma gente, es hacer oídos sordos a la propia realidad. Lo que debería discutirse, politizarse, analizarse, verbalizarse, especialmente en voz de los servidores públicos, es qué hacer con miles de soldados frente a un problema que desborda a la sociedad mexicana.

Insisto, más allá de los desacuerdos o acuerdos frente a la reforma, pretender un silencio frente a las preocupaciones de la gente no es sólo mezquino, sino ingenuo. Si queremos avanzar, profundicemos en el debate, pero no entre un pequeño círculo de ambiciosos políticos y burócratas, sino de quienes sufren día a día el terror de la violencia. Despolitizar la política es el mayor deseo de las élites, de quienes siempre han dominado.

@DanielaPachecoM

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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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