La semana pasada presenté ante el pleno de la Comisión Permanente del Congreso de la Unión un punto de acuerdo que tiene por objeto que el gobierno federal active los mecanismos para la protección de la industria zapatera ante las prácticas de comercio desleales.
Lo anterior es relevante si se considera que la industria del calzado genera 250 mil empleos directos y produce aproximadamente 2,050 millones de pares de zapatos al año, y aquí también hay que hablar de los empleos que, de manera indirecta, se generan por medio de la cadena de la proveeduría que acompaña a la industria zapatera en nuestro municipio, León.
El principal problema que se enfrenta en esta competencia desleal es la importación masiva de calzado de origen asiático, particularmente de China, Vietnam e Indonesia cuyos productos entran al mercado mexicano a precios artificialmente bajos.
Hay que agregar el problema del contrabando de calzado, lo que agrava la problemática de los zapateros guanajuatenses y al erario en sí, ya que el contrabando no paga impuestos, pero si genera la pérdida de empleos y el cierre de empresas además de fomentar el comercio informal.
El cierre de las empresas de productores nacionales deja al mercado en manos de la dependencia de las importaciones, mismas que, en muchas ocasiones, no cumplen con los parámetros de calidad lo que también constituye un problema para el consumidor quien, al final, tendrá que pagar más por productos de mala calidad.
Este tema tiene una relevancia mayor para los leoneses si consideramos que la industria del calzado y, en general, todo tipo de manufactura con piel, tiene un alto contenido de identidad con nuestra ciudad, no se trata de una industria que haya aparecido en tiempos recientes, ya desde la colonia se hablaba de la calidad de los productos de piel hechos en el Bajío, se trata de un oficio que ha permanecido durante generaciones de leoneses, es un oficio que nos ha dado identidad y cuya problemática afecta tanto al productor artesanal que tiene su taller en su propia casa como al empresario que, incluso, exporta sus productos.
En el marco del Plan México presentado por el gobierno federal es necesario que se apoye a los productores de zapato, que se busquen los mecanismos de financiamiento para hacer frente a la competencia desleal, que se mejore la competitividad con apoyos tecnológicos, que se de apoyo a la producción nacional dentro y fuera del país.
Hoy la situación se complica con los titubeos del gobierno federal ante la llegada de Trump a la presidencia de los Estados Unidos, el gobierno mexicano debe apostar por el bloque comercial de Norteamérica, nuestros socios y las facilidades para incrementar y mejorar el comercio están aquí, no en Asia.