Estimados lectores, en la entrega anterior comenté algunas de las reformas constitucionales presentadas por el Presidente de la República el pasado 5 de febrero, destacando el hecho de que dichas propuestas corresponden a un capricho y a una estrategia del presidente por intentar marcar la agenda política nacional. Ahora explico la parte del capricho, en su propuesta, el Presidente López plantea eliminar las candidaturas plurinominales y dejar que el Congreso de la Unión se conforme por 300 diputados y 64 senadores. La idea puede ser atractiva considerando los argumentos del presidente de adelgazar el gasto en sueldos y prestaciones, así como el hecho de que lleguen a las cámaras del Congreso de la Unión, únicamente quienes lo hayan logrado por la vía de la mayoría relativa para que realmente cuenten con una representación popular. Sin embargo, la trampa de esta propuesta se encuentra en la necesidad del presidente por no tener una oposición que le haga contrapeso en el Poder Legislativo; recordemos que al presidente le molesta la oposición, no soporta que haya una oposición que defienda las libertades. El Presidente mismo olvida que en un régimen de gobierno democrático es, precisamente, indispensable contar con una oposición. El papel de la oposición dentro de la democracia siempre será el de ser un contrapeso ante los posibles abusos y excesos de cualquier gobierno, la oposición es un elemento indispensable para señalar aquellos errores que pueda cometer cualquier administración, la oposición se constituye como una guía a seguir en el ejercicio de gobierno.
Más importante aún, es el hecho que al Presidente se le olvida que su partido político y, él mismo, tienen su origen precisamente en ser oposición; se le olvida al Presidente que el objeto de las candidaturas plurinominales es el de asegurar la representación de los partidos de oposición, se le olvida al Presidente que ha sido un largo camino de la oposición en México dejar de serlo y poder acceder al poder, se le olvida al presidente que es mejor tener una oposición que sea crítica y que señale errores y abusos a contar con una mayoría que, de manera ciega, le permita imponer su voluntad. Sin duda, el Presidente tiene muy claro que para lograr todos sus objetivos es necesario contar con un Congreso a modo, el tiempo no le alcanza para ver realizado su capricho pero, sin duda, la tentación de desaparecer a la oposición del escenario político permanecerá en los candidatos del partido del Presidente, por ello es importante seguir manteniendo el sistema de pesos y contrapesos que debe ser el Poder Legislativo.