Estamos ya, en la segunda semana de enero de 2024 y es buena oportunidad para desearle a Usted, mi estimado lector, que este sea un año lleno de satisfacciones, que sea un año en el que sus proyectos sean exitosos, que sea un año en que Usted, su familia y sus personas queridas gocen de plena salud y unión.
De manera general, el 2024 es un año de retos para todos los guanajuatenses; tendremos la oportunidad de cumplir con el deber de elegir a nuestros representantes en el Congreso de la Unión y en el Congreso Local, deberemos elegir, además, a las personas que ocuparán la titularidad de las presidencias municipales, la gubernatura del estado y la presidencia de la república.
Sin duda alguna, es necesario reconocer que nuestro país enfrenta una crisis en diversos temas: salud, seguridad, educación, agricultura, agua, urbanización, cuidado del medio ambiente, pobreza, etcétera.
Todos estos problemas tienen que ser atendidos por todas las autoridades, cada una en el ámbito de sus respectivas competencias, de ahí la importancia de escuchar con atención las propuestas que realicen quienes sean candidatos a los diferentes puestos que se definirán en la elección de este año.
Todos y cada uno de dichos temas son importantes, no me atrevería a mencionar uno por encima de otro, todos tienen una relación directa con nosotros mismos y entre sí, por lo que es imposible abstraernos de ellos.
Difícilmente, sean quienes sean las personas que resulten electas, se podrá dar una solución definitiva a los problemas que he mencionado; en la mayoría de los casos se debe diseñar un programa de acción que, a lo largo de diferentes plazos, vaya dando solución al problema respectivo, y que deberá ir adaptándose a las condiciones conforme se vayan presentando.
Es por eso que debemos escuchar las propuestas de los diferentes candidatos, revisar su trayectoria, pero, sobre todo, revisar su postura sobre la colaboración con otros poderes y órdenes de gobierno.
Nuestro país no puede resistir seis años más de desorganización institucional, no estamos para seguir viviendo en un clima de odio y de división social, mucho menos podemos seguir el camino de las ocurrencias gubernativas como forma de gobierno, las cuales, llevan implícito el excesivo gasto de recursos públicos y el descuido, en consecuencia, de áreas prioritarias.
Este año tenemos la oportunidad de cambiar nuestro horizonte mediante el voto, este año debemos reflexionar sobre lo que queremos para nuestro futuro inmediato y, como votantes, debemos decidir sobre el futuro que queremos para nuestros hijos.
No dejemos que la apatía y el abstencionismo nos derroten; el futuro que elijamos debe ser el resultado de una gran participación ciudadana en las urnas; espero que este 2024 logremos tener las mejores definiciones para nuestro futuro y el de las generaciones que vienen.