El alcalde de Ciudad Madero, Adrián Oseguera, sorprendió al expresar su total apoyo al gobernador panista Francisco García Cabeza de Vaca ante los recortes presupuestales. Si a Tamaulipas le va mal, a Ciudad Madero también, asume el munícipe, cuando muchos desean que le vaya mal a Andrés Manuel López Obrador como Presidente de la República, aunque arrastre al estado y a todos. “Si al estado le recortan recursos nos va mal a todos, y el Estado va a contar con todo el apoyo de nosotros”, expresó el alcalde que proviene de Morena. En plenas fiestas decembrinas, pocos advirtieron en su momento la dimensión de la reingeniería presupuestaria. Desapareció el Ramo 23, se lo acabaron. Era un fondo que se integraba en gran parte por los excedentes petroleros y se repartía entre los estados de forma casi discrecional. Al borrarse de un plumazo, estados y municipios perdieron una fuente de ingresos importante y que además era muy flexible en cuanto a su mecanismo de operación. A decir de especialistas, ese es el tema que tiene muy molestos a los mandatarios estatales. Se le consideraba el “fondo de los moches”, el de los proyectos que terminan en el caño de la corrupción. Revisando archivos de la Cámara de Diputados, vemos que en el año 2016, Tamaulipas recibió por el Ramo 23 un monto por 999 millones de pesos. Ya se reflejaba un decremento, porque un año antes, la entidad había recibido 1, 130 millones de pesos. En 2017, se etiquetaron al estado $941 millones, que para el 2018 se redujeron considerablemente, hasta quedar en $464.3 millones. Ya iba a la baja, pero no dejaba de ser una importante inyección de recursos de la que ahora no se dispone. El hubiera no existe, pero cuánto dinero se fue de las manos por no ponerse de acuerdo en el Fondo Metropolitano, que también correspondía a este ramo. No todo fue malo: hubo recursos en su momento para apoyar proyectos turísticos en el sur del estado. Dio recursos a los municipios para pavimentación de calles, rehabilitación de escuelas, espacios culturales y deportivos, en tanto que los estados recibían un extra para proyectos de infraestructura diversa. El reto ahora para gobernadores y alcaldes es ser eficientes en la recaudación; aquellos dineros federales ya no les caerán del cielo, esto los obliga a trabajar por la obtención de sus ingresos propios. _
La bolsa perdida
- De buena fuente
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Cristina Gómez
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