Tienen razón quienes ven incongruente que se corra de las casillas electorales a quienes no quieran usar cubrebocas, pero se hayan permitido aglomeraciones en los cierres de campaña.
Y usted, ¿fue a un concierto pero no quiere ir a votar? No es posible; allá se le olvidó que estamos en pandemia y acá tiene miedo de contagiarse del covid-19 en las urnas.
Al arranque de actividades proselitistas, lo primero que recomendó el árbitro electoral fue evitar las concentraciones de personas así como visitas domiciliarias y saludo de mano, pero los actores políticos no hicieron caso.
Nadie respetó la sana distancia de un metro y medio en los actos de campaña, ni se excluyó de los mismos a grupos vulnerables.
Y si no se atendieron esas recomendaciones, menos la de los acarreos, donde es imposible mantener un distanciamiento físico y es muy fácil adquirir el contagio.
Piénselo dos veces si acaso gente “acomedida” le quiere facilitar el traslado a la casilla y lo lleva como sardina, junto a otras personas, para asegurarse de que vote.
Vaya por sus propios medios y sufrague porque es su derecho y responsabilidad como ciudadano, no porque alguien lo manipule o quiera obtener un beneficio. La casilla será tal vez el sitio más seguro porque hay todo un protocolo sanitario que empieza por negarle el acceso a todo aquel que no lleve cubrebocas y se niegue a usar el que ahí le den.
Se espera que no haya confrontaciones entre ciudadanos renuentes y funcionarios de casilla, pues no faltará quien diga que le violan un derecho constitucional al no dejarlo votar.
Tamaulipas tiene el domingo una cita con la historia, un proceso electoral donde está en juego mucho más que 43 alcaldías, 36 diputaciones locales y nueve federales.
Comicios inéditos marcados por la pandemia de coronavirus y un clima de polarización generado por el tema del desafuero al gobernador Francisco García Cabeza de Vaca y sus diferencias con el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Puede que sea justa la aprobación o rechazo hacia ambos personajes, lo que defina en buena medida el sentido de los votos que el 6 de junio se emitan.
Hay que ir a votar. Que no decidan unos cuantos por todos nosotros. _
