Se va un año de grandes aprendizajes, vivencias que nos vinieron a recordar que lo imposible puede pasar y que lo seguro puede dejar de serlo en cualquier momento.
Dos grandes acontecimientos marcaron este año que se va. El más impactante fue la crisis hídrica que nos vino a mostrar que el agua se acaba.
Se secó este año el único vaso abastecedor de agua potable para cerca de 900 mil habitantes. Vaya lección que nos dio la naturaleza al dejarnos sin agua y luego devolvérnosla.
Una zona bañada en cuerpos de agua, jamás se hubiera pensado que un día se quedaría sin una gota porque su sistema lagunario se secaría.
Menos todavía nos pudimos haber imaginado que esa agua que se fue, regresaría en tan poco tiempo y nos salvaría de una realidad apocalíptica.
Después de mucho tiempo nos llegó lo impensable, una tormenta tropical que curó nuestros males.
La madrugada del jueves 20 de junio llegó “Alberto”, y para el domingo 23 ya el Chairel estaba superando ese 1% de almacenamiento en que se mantuvo varios meses.
Una crisis que podemos volver a vivir si nos confiamos nuevamente, porque nada es seguro en esta vida si no lo cuidamos y abusamos.
El segundo gran suceso que nos deja este año, es la llegada histórica de una mujer a la Presidencia de la República. Llegamos todas y conmovidas.
Es el fruto de una lucha que rompe cadenas de exclusión y machismo. La primera mujer en la Presidencia de México después de más de 500 años.
Ver la banda presidencial sobre un vestido fue de lo más emotivo. “El 2 de junio el pueblo dijo fuerte y claro: Es tiempo de mujeres”, expresó Claudia Sheinbaum en su primer discurso como Presidenta.
Ahora las niñas crecerán empoderadas; con la certeza de que una mujer puede llegar a ser Presidenta de México. Presidenta con A.
Sheinbaum visitó Tamaulipas recientemente y afirmó que va a estar muy cerca del estado; prometió volver en marzo a inaugurar la Agencia Nacional de Aduanas de Nuevo Laredo, una obra que consolidará al estado como un eje comercial de América del Norte.
Como solía hacerlo Andrés Manuel López Obrador, la PresidentA califica a los tamaulipecos de “mucha pieza” y a Américo Villarreal Anaya de un gran gobernador.
Feliz y bendecido 2025. ¡Gracias!