Esperanza, deja en Tamaulipas el Presidente electo Andrés Manuel López Obrador después de reunirse con el gobernador Francisco García Cabeza de Vaca el miércoles en la capital del estado.
Y es que después del olvido histórico, de la indiferencia gubernamental que mezclada con la corrupción galopante de administraciones priistas convirtió al estado en tierra de nadie y le robó a las familias su patrimonio más valioso, su paz y su tranquilidad, hay señales de que las cosas ahora sí podrían cambiar.
Tanto el gobernador como el Presidente electo levantaron en su momento muy altas expectativas ciudadanas, tras recoger el rencor social que generó el abandono gubernamental. Ese resentimiento los tiene hoy frente a los destinos de mexicanos y tamaulipecos.
Por lo pronto, el entendimiento que reflejó el encuentro en Ciudad Victoria inyecta optimismo, pues a simple vista parece que van en el mismo camino en medio de sus diferencias ideológicas.
Ojalá que esta armonía no se rompa cuando se active el nuevo mecanismo de administración de recursos federales que llegan a las entidades federativas, en donde el plan es que sea la Federación la que lleve el control, quitando a los gobiernos estatales la batuta.
No se esperaba que Andrés Manuel viniera a pelearse con el mandatario panista, pero sí quedaba la duda hasta dónde iban a trabajar en conjunto.
A juzgar por lo que se vio el miércoles las cosas van por buen sendero; se espera que no haya punto de quiebre cuando entre en funciones la nueva administración federal y comiencen a aplicarse las nuevas políticas.
Tamaulipas no resiste más, fueron muchos años de que los presidentes de la República castigaron al estado, y de que los gobernadores priistas lo saquearon.
De llevarse a los hechos las buenas intenciones que se asoman, el estado será otro a mediano plazo. Se está tan acostumbrado a que no se le voltee a ver desde la administración federal, que cuesta trabajo creer que las cosas van a cambiar.
De ser así, un Presidente de Morena y un gobernador del PAN habrán logrado lo que sus antecesores no hicieron a pesar de su empatía partidista.
Los tamaulipecos estarán sin duda atentos, a que ese apapacho visto en la reciente visita de Andrés Manuel López Obrador comience a traducirse en resultados.
Los ciudadanos están agotados de tanto esperar.
Cabeza de Vaca y Andrés Manuel
- De buena fuente
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Cristina Gómez
Tampico /