
Después de casi tres meses de campaña, de recorrer incansablemente cada alcaldía y cada colonia para conocerte, para saber cuáles son las necesidades e inquietudes que tú y tu familia tienen, hoy quiero aprovechar este espacio para agradecer a todas las mujeres y hombres que confían en mi candidatura, a quienes asistieron a los foros, reuniones, asambleas, mítines que realizamos durante esta campaña electoral y donde pude escuchar la voz y los sentimientos de miles de trabajadoras y trabajadores, artistas, estudiantes, científicos, amas de casa, empresarios, ambientalistas, defensores de los derechos humanos, comerciantes, dirigentes sociales, protectores de los animales, indígenas, maestras y maestros, deportistas y ciudadanas y ciudadanos de nuestra gran Ciudad de México.
Junto a todas ellas y ellos, y con el acompañamiento del comité político de la campaña y mi consejo asesor, logramos delinear los principales ejes de mi Programa de Gobierno para seguir construyendo una ciudad de libertades y derechos, incluyente, diversa, pluricultural, amigable, sana y cosmopolita.
No tengo dudas. El 2 de junio, con el voto masivo de la ciudadanía, se refrendará el triunfo del proyecto que me honro en encabezar y que permitirá abrir una nueva etapa de progreso, bienestar, libertad y derechos para la Ciudad de México. Durante esta campaña, encabecé 209 actos públicos, entre asambleas, presentación de propuestas y encuentros con diversos sectores que integran a la diversa, rica y maravillosa Ciudad de México. En tres meses recorrimos 209 colonias en las 16 alcaldías.
Llegamos directamente a escuchar a más de 490 mil chilangos y chilangas de todos los sectores, alcaldías y realidades, por eso puedo decir que tenemos un proyecto de ciudad construido colectivamente y que recoge la rica y larga experiencia de lucha, análisis y reflexión de los movimientos sociales de la ciudad, de innumerables académicos y pensadoras y que se inspira en los importantes logros de los gobiernos progresistas de izquierda en la ciudad y muy destacadamente del gobierno de Claudia Sheinbaum.
Es un proyecto que viene de lejos y está llamado a llegar aún más allá. Tenemos una hoja de ruta: la Constitución de la Ciudad de México, documento en el que tuve la oportunidad de participar en su formulación como diputada constituyente y que ha sido reconocida como una de las Constituciones más avanzadas del continente.
Mi propuesta de ciudad de cuidados, derechos y libertades ha logrado aglutinar a muy diversos sectores de la ciudad en favor de continuar y profundizar la transformación, bajo el entendimiento de que debe ser un propósito común alcanzar una ciudad libre de pobreza, libre de violencia y libre de discriminación, con alta movilidad social, clases medias pujantes, derechos laborales para las y los trabajadores y un sector empresarial que se desarrolle en una ciudad favorable a la inversión. Una ciudad crecientemente igualitaria.
Nuestra divisa de “Por el bien de todos, primero los pobres” significa acciones de gobierno que generan políticas y bienes públicos de los que nos beneficiamos todas las personas y todos los territorios y, al mismo tiempo, medidas destinadas a erradicar la pobreza y disminuir las desigualdades. Son dos vertientes indispensables y complementarias.
Una de las lecciones que deja el periodo neoliberal es que la desigualdad mina la economía, lastima el tejido social, destruye el medio ambiente y amenaza la democracia.
La ciudad es diversa, pero al mismo tiempo es una sola. Por ello he insistido en eliminar los muros invisibles con los que quieren separarnos. Somos una sola ciudad que tiene en la diversidad una de sus riquezas y en la cohesión social una de sus fortalezas. Vamos a robustecer ambas y por eso no debemos permitir que la oposición nos arrebate lo que juntos hemos logrado. Ellos no tienen principios, son veletas que se mueven al capricho de sus intereses económicos, no se dan cuenta de que el pueblo ya despertó desde hace mucho y que la transformación llegó a la CdMx para consolidarse.
Estoy consciente de los grandes desafíos que enfrenta nuestra ciudad y por ello he insistido en la necesidad de políticas de Estado y de un enfoque metropolitano, principalmente en agua, seguridad y movilidad. Lo anterior significa la capacidad de construir acuerdos, pensar en grande y con visión de largo plazo. Aspiramos a una capital dialogante y fraterna. Una ciudad en la que la solidaridad, la dignidad y el respeto sean norma cotidiana de convivencia.
Hoy quiero recordarles que es tiempo de las mujeres, y como lo ha expresado Claudia Sheinbaum, con ella llegaremos todas. Este 2 de junio elegiremos entre dos opciones: la corrupción, la restricción de los derechos, la desigualdad y la privatización de los servicios básicos, representada por las candidaturas del PRIAN y el cártel inmobiliario, o la profundización de la transformación, el bienestar y la ampliación de los derechos sociales, económicos y culturales para todas y todos, representada por las y los candidatos de Morena y la cuarta transformación.
¡Salgamos a votar masivamente por el proyecto de la coalición Sigamos Haciendo Historia; por la ciudad libre, igualitaria y fraterna que garantice todos los derechos para todas las personas!