Política

The Day After

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  • César Romero

Entre los escombros dejados por un ataque nuclear sobre Mid America, el protagonista descubre a otro hombre, acompañado de su familia, todos con evidentes estragos provocados por la radiación que él mismo padece. Con una expresión devastada los increpa: "Get out of my house!". Momentos después, en la última escena de The Day After, vemos a ambos hombres arrodillados, llorando y fundidos en un abrazo.

"Los catastróficos acontecimientos que acaban de presenciar son, con toda probabilidad, menos graves que la destrucción que realmente ocurriría en el caso de un ataque nuclear total contra Estados Unidos". La leyenda apareció al final de la película televisada el 20 de noviembre de 1983 y la vieron 100 millones de personas.

El Día Después. Cuatro décadas más tarde hemos cruzado otra encrucijada. Estamos ante otro parteaguas. Menos espantoso que imaginar el impacto de 300 misiles atómicos sobre nuestras cabezas, pero lo suficientemente espectacular como para atraer a una enorme audiencia alrededor de todo el planeta. Como lo fue el terror nuclear, el regreso de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos es un momento que marca el inicio de la última batalla de los boomers.

Con su decreto no firmado de que "la era dorada" de su país comenzó el lunes pasado, lo que más me interesó del discurso inaugural de Donald Trump fue su énfasis a "la libertad de expresión", como una especie de metáfora de su apuesta a la propaganda como principal recurso para exaltar su proyecto supremacista y expansionista.

El poder de la propaganda

Más allá de las carretadas de slogans y el anuncio de sus prioridades de gobierno --como ensañarse en México y despreciar el medio ambiente— la llegada de Trump viene a comprobar que en política la percepción vale más que la realidad.

Debemos reconocer que el enfoque tradicional de analizar "discurso vs realidad" ya no funciona. Hoy "discurso es realidad". Hemos llegado a un momento histórico en que, gracias a la tecnología, no podemos confiar en lo que escuchamos o siquiera en lo que vemos con "nuestros propios ojos". Las modas de la inteligencia artificial generativa, la realidad virtual y los multiversos le abrieron la puerta a la construcción de poderosas narrativas a partir de las fake news y la manipulación mediática a escala global.

El ocaso de los Baby Boomers

Etiqueta demográfica para identificar a aquellas personas nacidas entre 1945 y 1963, el concepto abarca a buena parte de la gente que, sobre todo en los países ricos, le abren sus puertas a Mr. Trump.

Lástima que sea la misma gran generación que logró 80 años sin guerras mundiales, redujo dramáticamente la pobreza extrema, aumentó dos o tres décadas la expectativa de vida de la mayor parte de la gente, triplicó la población del mundo y generó riqueza como nunca antes. Y ahora entra a su ciclo final de vida con una apuesta por el egoísmo y la codicia como valores supremos y el populismo nacionalista extremista, como propuesta de gobierno.

Aunque presentado con un tono de voz bastante neutro, me parece evidente que el mensaje central del nuevo presidente de Estados Unidos se podría reducir a dos palabras: vender miedo.

Para los expertos el miedo es algo hasta cierto punto irracional. Algo que se detona en las regiones más primitivas o profundas de nuestros cerebros. Para los maquiavelos del siglo XXI es una herramienta formidable para obtener poder político y económico.

Con actitud imperial, el personaje de 78 años regresa a la Casa Blanca y el mundo entero se cimbra. Campeón de un orden global oligárquico, culminación de la adoración al becerro de oro, fan descarado de la fuerza bruta y promotor del modelo de vida americano conservadores de la mitad del siglo pasado, con Trump un nuevo "tiempo interesante" ya está aquí.

No worries; bueno, sí hay razones para preocuparse, pero no para entrar en pánico (de poco ayuda). Debido a que casi todos vivimos dentro de la inercia del día a día --el instante--, probablemente se nos olvida que ni la democracia, ni la paz han sido el modo default de nuestro mundo.

Como casi siempre en la historia, la tentación autoritaria y de concentración del poder son rasgos centrales de este nuevo ciclo. Sin embargo, como nos enseñó El Gabo, aun en tiempos de cólera puede haber vida e incluso amor. Cruzamos nuestro Rubicón hace una semana y todavía aquí seguimos. Esperando a Godot; aunque, en una de esas, esta vez sí llega.


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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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