Cada mes surgen convocatorias para realizar un paro nacional de labores en demanda de alguna acción o de una respuesta de la autoridad. Sin embargo, ninguno de estos llamados ha logrado detener al país... hasta ahora.
Hace casi ocho años una protesta que surgió en una universidad privada en contra del entonces candidato presidencial del PRI, Enrique Peña Nieto, desató el movimiento social no partidista más importante del siglo en México. El malestar creció rápidamente entre sectores académicos, trabajadores y hasta en las apáticas capas de la clase media.
El #YoSoy132 llegó a todos los continentes: donde había mexicanos allí había alguna manifestación de apoyo a este movimiento del que surgieron varios de los actuales liderazgos sociales y políticos del país.
Ocho años después estamos nuevamente ante una gran movilización ciudadana que se topa con una más cínica y torpe postura de la autoridad en turno.
Ante la cerrazón del gobierno central este movimiento dejó de ser de feministas para ser de toda la sociedad en demanda de seguridad y respeto hacia todas las niñas y mujeres. Todas.
Quienes hace unos meses se indignaron y lanzaron una fuerte ofensiva gubernamental porque un periódico se atrevió a publicar la foto del último hijo de López Obrador llegando a la escuela -¿se acuerdan de la etiqueta palaciega #ConLosNiñosNo?-, ahora guardan un indignante silencio o descalifican este legítimo movimiento de la sociedad por las mujeres. La señora madre de Joaquín El Chapo Guzmán recibió mejores palabras de consuelo y apoyo de parte de AMLO que el nuevo movimiento social al cual ha tratado de descalificar al atribuirlo a sus adversarios.
El camino lógico que tomaría un estadista sería enarbolar esta justa causa y actuar con toda la fuerza del Estado para cambiar las condiciones imperantes en favor de las niñas y mujeres, pero no. Al contrario, ya hasta hicieron recular a la no primera dama del país que en un principio apoyó este paro del 9 de marzo y ahora convoca a no parar y a manifestarse ese día en apoyo a AMLO.
No hay duda: las mujeres del gabinete y del primer círculo presidencial seguirán en paro como desde el comienzo del sexenio.