Genaro García Luna fue formado para ser un policía de élite entre las élites de la seguridad.
El Secretario de Seguridad Pública federal en el sexenio del Presidente Felipe Calderón Hinojosa se inició no por el favor de algún padrino político y mucho menos del PAN. Comenzó y creció en gobiernos priistas e hizo cumbre, eso sí, en los periodos del presidente Vicente Fox (2000-2006) y de Calderón (2006-2012).
García Luna -actualmente declarado culpable de cinco cargos por la justicia estadounidense- nació el 10 de julio de 1968 en la Ciudad de México -tiene 54 años de edad- y su formación profesional inicial parecía no tener nada que ver con uniformes, pistolas y operativos.
Estudió en la Universidad Autónoma Metropolitana la carrera de Ingeniería Mecánica y a los 21 años, en 1989 (ojo: en el sexenio de Carlos Salinas, PRI) concursó y fue seleccionado entre otros jóvenes universitarios sin experiencia policial para integrarse al Centro de Investigación y Seguridad Nacional, el CISEN, para áreas tecnológicas inicialmente, sin embargo, comenzó a demostrar gran interés en las áreas sustantivas de la institución al grado que en 1998 (en el sexenio de Ernesto Zedillo, PRI), a los 30 años, es llamado para ocupar la Coordinación General de Inteligencia para la Prevención en uno de los proyectos policiales más importantes de las últimas décadas: la Policía Federal Preventiva.
Apenas dos años después, en el 2000 -y a los 32 años de edad-, García Luna pasa a ocupar la Dirección General de Planeación y Operación de la entonces Policía Judicial Federal y le correspondió participar en el proyecto de cambio de una de las corporaciones más desacreditadas de entonces.
Apenas un año después, en 2001, a los 33 años de edad lo nombran titular de la recién creada Agencia Federal de Investigación, la AFI, la cual le tocó armar a detalle desde su normatividad interna, estructura, selección de puestos y de personal entre muchos otros aspectos.
García Luna fue, en la práctica, el padre de la AFI, corporación que recibió reconocimientos internacionales por su profesionalización, desarrollo, capacidad táctica y cooperación. En una semana, el “fenómeno” Genaro.