Desde 1981 no se le destinaba un porcentaje tan alto del presupuesto federal a las Fuerzas Armadas como se pretende hacerlo el próximo año.
Hace 42 años le dieron al Ejército y a la Marina el 3.87 por ciento del gasto federal, mientras que para el próximo año López Obrador pretende darles alrededor del 3.6%.
Aunque pareciera poco, ni el Presidente Felipe Calderón con su guerra al narcotráfico le dio un 2% del gasto a la milicia. Peña Nieto menos.
Revisando el histórico nos damos cuenta que entre mayor era el atraso democrático de México, mayor era el presupuesto para el Ejército.
López Portillo les dio hasta 4.12%, y Luis Echeverría 5.32% en 1972, pero si nos vamos más atrás hay referencias que Plutarco Elías Calles destinaba el 30% al Ejército en su lucha contra los Cristeros y contra sus opositores políticos.
Esto nos deja en claro qué tipo de presidentes y cuándo han apuntalado económicamente a las tropas.
¿Por qué si estamos supuestamente avanzando hacia la democracia y a un proceso electoral libre como dice López Obrador, por qué le está destinando más recursos a las Fuerzas Armadas?
La primera razón sería porque el régimen se siente vulnerable y fortifica al Ejército esperando que lo respalde ante un riesgo real de debacle.
La segunda: no es solo por darle mayor poder económico al asignarle obras y los negocios implícitos -como del Tren Maya entre otros-, sino que busca congraciarse con las cúpulas uniformadas que disfrutan del erario como cualquier otro político encandilado con el poder.
Y la tercera es que pretendería comprar su lealtad para después de las elecciones presidenciales del 2024, porque las cúpulas castrenses perduran a los cambios de Presidente y operan cohesionadas en torno a sus intereses de grupo.
El mayor ejemplo de poder trasnsexenal de las cúpulas castrenses lo vimos en el rescate del ex secretario de la Defensa Salvador Cienfuegos, detenido en octubre de 2020 en Estados Unidos acusado de narcotráfico, y cuya repatriación fue exigida por el gobierno mexicano presionado por los militares. La reciente condecoración a Cienfuegos despejó cualquier duda al respecto.
López pretendería comprar impunidad color verde olivo, por si las dudas.