Se cumplieron hace unos días 50 años del día en que un grupo de operadores del comité para reelegir a Richard Nixon fuera arrestado después de ser sorprendido en las oficinas de Washington del Partido Demócrata en los edificios del complejo Watergate robando documentos e instalando tecnología para escuchar conversaciones.
Aquel evento culminó unos años después con la renuncia de Richard Nixon a la presidencia de EU. El fin de Nixon fue consecuencia, sí, del trabajo periodístico de The Washington Post y otros medios, pero también del FBI y el Departamento de Justicia que hicieron su trabajo frente a un delito y al final por legisladores republicanos que tuvieron que aceptar que su presidente había violado la ley. Las instituciones funcionaron.
Cincuenta años después en el Congreso estadunidense se están llevando a cabo las audiencias públicas resultado de una investigación sobre la toma del Capitolio de parte de un grupo trumpista que, tal y como lo había dicho el presidente Trump, creían que la elección presidencial había sido un fraude cometido por los demócratas.
Las audiencias han demostrado que había un grupo importante de los cercanos a Trump que le dijo una y otra vez que no había fraude ni manera de detener el proceso de certificación. Lo que se ha escuchado de gente como Bill Barr, fiscal general, es la descripción de un presidente fuera de sí y alejado de cualquier verdad. Trump hizo caso a los que le decían lo que quería escuchar. La locura incluyó la calumnia contra su vicepresidente, a quien los que tomaron el Capitolio pretendían linchar como se demostró con varios videos de aquel día: “Si Pence cedió, vamos a arrastrar a los hijos de puta por las calles”, dijo uno de los manifestantes en video.
Después de los primeros días de audiencia queda claro que la invasión al Capitolio fue resultado de la ira de Trump por haber perdido y sus mentiras entre noviembre y aquel triste día de enero. Mentiras que hasta hoy repite en cada uno de sus discursos.
Pero 50 años después de Watergate, hoy los candidatos apoyados por Trump están ganando elecciones primarias. Hoy todas las predicciones dicen que los republicanos, con mayoría de trumpistas, ganarán la mayoría en la Cámara de Representantes y pocos dudan que si Trump es candidato en 2024, regresaría a la Casa Blanca. Algo muy importante se descompuso.
Carlos Puig
@puigcarlos