No es noticia, sabíamos que ambos, la senadora Téllez y el diputado Creel, son los contendientes para la candidatura del PAN a la Presidencia de la República.
Clausurado el periodo legislativo, ambos han comenzado una campaña más activa en los últimos días.
Frente a los aspirantes de Morena que llevan meses en eso, la oposición parecía dormida, inmersa en discusiones de método o líos en el PRI o en la duda eterna de qué hará Movimiento Ciudadano.
Téllez y Creel han levantado la mano y comenzado a mostrar de qué se tratarán sus campañas. Y sí, por suerte para quienes tengan que optar por uno o por otro, son diferentes.
Creel habla de su historia y de lo que él considera es su mayor atributo: “A eso vengo, a decirles que estoy decidido, determinado, con toda la voluntad, con todo mi corazón, que quiero aprovechar toda la experiencia que he tenido a lo largo de mi carrera política, que yo sé de esto, sé unir a los diferentes, sé representar a la diversidad, sé dialogar, hacer acuerdos y, lo más importante, cumplir mi palabra”.
En un evidente guiño a los otros partidos de la pretendida alianza ha insistido que la característica de su historia es la de “lograr acuerdos”.
“Quiero asumir la responsabilidad de hacer un proceso de reconciliación; entiendo, comprendo y reconozco la pluralidad del país, y su diversidad en todos los sentidos, no me espanta, ni tampoco me da temor sentarme a la mesa con los diferentes”.
Lilly Téllez apuesta a otra cosa.
En un largo video en redes y un texto en El País, la senadora es clara: soy de derecha y quiero encabezar una candidatura de derecha “moderna” con base en lo que llama la agenda histórica del PAN. Y ya si gana, “promover un debate tolerante” y “construir un gobierno que garantice la coexistencia pacífica de todas las sensibilidades del bien y de la justicia”.
No hay que interpretar demasiado la posición de la senadora.
Queda claro que cree que debe ser una candidatura del PAN y panista. “Nuestra coalición (con la gente) no debe esperar la anuencia de la intelectualidad progresista instalada en lo políticamente correcto”.
No hay mucho espacio para alianzas con priistas o perredistas o emecistas en la propuesta de Lilly.
Ahí están dos propuestas diferentes de qué llevar como oposición rumbo al 24.
Van tarde, pero al menos ellos dos ya arrancaron.