El reciente aumento en el número de casos reportados de covid-19 y lo que seguramente se viene en las próximas semanas y meses deja en claro que el país no está para permitir el regreso de sus estudiantes a clases presenciales pronto.
Nuestros estudiantes cumplirán al menos dos semestres escolares sin ir a la escuela. La opción de dar las clases por la televisión fue la más sensata dada la intensidad de la pandemia, y si uno recorre los canales por las que los niños, niñas y jóvenes están “aprendiendo”, no cabe duda de que se ha hecho un buen esfuerzo.
Pero también es claro que eso no tiene nada que ver con el aprendizaje que se tiene en un aula, en interacción con compañeros y maestros. El gobierno celebra lo que está sucediendo; hace unos días Esteban Moctezuma sostuvo que “la educación a distancia llegó para quedarse y se regresará a un sistema mixto en el que habrá clases presenciales, al mismo tiempo que educación a distancia e investigación de manera rutinaria”. Y dijo que la Unesco ha celebrado el esfuerzo mexicano.
Supongo que eso le toca para hacer frente al panorama.
Hoy no tenemos los números de deserción que la nueva circunstancia ha provocado, y suponemos por la información que tenemos que las evaluaciones serán un poco una simulación, dadas las condiciones en que los estudiantes están “tomando clase”.
Tal vez el mayor problema de la modalidad televisiva fue la decisión de no adaptar el listado de materias y cosas por aprender —de por sí excesiva— a la nueva normalidad de Aprende en Casa.
Pero tal vez lo más desconcertante es que todo esto parece haber desaparecido del debate público.
Como me decía Manuel Gil Antón, que sabe mucho de esto, el jueves pasado en Botepronto si uno escucha el, discreto, discurso de la Secretaría de Educación Pública, resulta que México es el país del mundo que no ha tenido problema alguno con la pandemia y la educación. Todo va sobre ruedas. Pero no va.
La pregunta es si en la SEP se creen su discurso o es solo una manera de no desanimar a estudiantes y padres de familia.
Pero, sobre todo, si alguien está planeando lo que se hará cuando los estudiantes regresen y se tenga que recupera lo mucho perdido.
@puigcarlos