El de esta semana fue un video en Zapopan de las huestes de Nemesio Oseguera, alias El Mencho, repartiendo despensas para los que están padeciendo el parón de actividades.
Cosas similares hemos visto en Michoacán o en Sinaloa, donde las organizaciones criminales que dominan esos territorios han salido a hacerse los buenos y repartir cosas con la marca de la casa.
Hacer “base social” en tiempos difíciles intenta hacer olvidar cómo esos mismos lugares viven bajo la violencia de quienes hoy se hacen los buenos y generosos.
La pandemia y la crisis podrían ser tiempos fértiles para ellos, con los recursos —por lo pronto— que no tiene el Estado.
Pero tampoco está claro el futuro inmediato del principal negocio de esas organizaciones.
Un amplio y documentado reportaje en Los Angeles Times publicado hace unos días cuenta como Wuhan, en China, donde inició está crisis, era el principal proveedor de los químicos con los que se prepara el Fentanilo, la droga de moda y de la que depende buena parte de los ingresos de los traficantes mexicanos.
La interrupción de la cadena de suministro ha dejado a las organizaciones mexicanas con menos ganancias y la escasez ha subido el precio de la droga en Estados Unidos, como relata el reportaje.
La situación de Wuhan se normalizará eventualmente, lo que no está claro rumbo al futuro es cómo funcionarán las fronteras y las restricciones que podrían afectar la manera en que los precursores salen de China y llegan a todo el mundo.
Y mucho menos tenemos idea de qué pasará con la frontera entre México y Estados Unidos por donde pasa el fentanilo y las otras drogas que hacen ricos a los cárteles. Y una gran proporción de ese producto pasa por vías legales.
Todo esto no quiere decir que desaparecerán, simplemente que tendrán que cambiar, seguramente ya lo están haciendo, como ha sucedido en otras ocasiones, su formas y maneras de hacerse con lo necesario para continuar su negocio.
La pregunta que alguien en el gobierno se debería estar haciendo, y trabajando para averiguarla, es ¿cuáles serán esas nuevas formas y si éstas implican un nuevo y más grave periodo de violencia por la lucha de mercados escasos?
@puigcarlos
