Algo que hemos aprendido en estas últimas semanas, es que nuestro país no tiene ni idea de cómo afrontar una situación como la que estamos viviendo.
Y es que la preparación que tanto se ha presumido para enfrentar este problema, pues como que no es la adecuada.
Todo empezó, según palabras del subsecretario de salud Hugo López-Gatell, en enero.
Nuestro país se estaba preparando desde principios de año para hacer frente a la amenaza que representa el Covid-19.
Si en verdad estamos preparándonos desde enero, no es explicable las recientes declaraciones en referencia a la insuficiencia de equipos o camas de hospital para lo que se avecina, tampoco las compras desesperadas y a precios infladísimos que se han efectuado en estos días o la inminente falta de personal médico. Ese es el tipo de preparación que presume nuestro gobierno federal.
Dentro de esta planeación, ahora se nos dice que el pico de los contagios sucederá entre el 2 y el 8 de mayo, esa será nuestra semana más crítica.
Días después, el 17 de mayo, un gran número de municipios concluirá la denominada cuarentena, nueve días apenas terminada nuestra semana crucial.
El gobierno anunció, que los contagios comenzarán a bajar a finales de junio, sin embargo, anuncia que el primero de junio volveremos paulatinamente a las actividades normales. Sí, más de 20 días antes de la fecha prevista para que bajen los contagios. No es entendible, ni razonable esta situación.
No es de extrañarse que en diferentes medios se hagan cuestionamientos a este tipo de planeaciones e incluso descalifiquen las mismas recomendaciones del subsecretario
La salud debe ser lo primordial, sin embrago no podemos olvidar la economía y ahí también estamos perdidos.
Con crecimientos económicos proyectados hacia números negativos, miles de empleos en riesgo de perderse, sin un gobierno que muestre apoyos concretos hacia la pequeña y mediana empresa y la terquedad del Presidente de seguir con sus obras magnánimas, tampoco damos muestra de estar preparados.
Muchos países están viendo la forma de reactivar su economía, empezando con el cese al aislamiento, pero los expertos en salud indican, qué si no se organiza esta reinserción social, podemos experimentar una nueva oleada de contagios.
México ha dado muchos traspiés, la credibilidad del Presidente ha presentado una fuerte caída en este mes y a todo esto súmele que la inseguridad no da tregua, aun y con este problema del coronavirus, abril está en camino a ser uno de los meses más violentos del gobierno de López Obrador.
La realidad en la que viviremos será muy diferente y eso es lo que debemos entender, no solo en México, sino como humanidad.
Ante esta evidente falta de preparación y desatinos, no queda más que seguir con las recomendaciones generales y buscar cuidarse y cuidar a los más vulnerables, primero que nada, está la salud, ya después afrontaremos los retos económicos y sociales como mejor se pueda.
Animo, si se puede, más bien, se tiene que poder.