Hemos pasado ya la cifra de cien mil fallecidos a causa del covid-19 y seguimos escuchando el mismo discurso miserable de que ya vamos dominando la pandemia.
Es insultante para el pueblo mexicano, que día a día tenga que aguantar la idioteces que entorno a la pandemia se dicen desde palacio nacional. Y es que nuestro presidente vive en un país irreal.
Es caótico que se equivoque con sus políticas económicas y sociales, que su terquedad lo lleve a descalificar las cifras reales y creer solamente en sus datos, al final todo es política para él, pero cuando hablamos de la pandemia es realmente inhumano lo que en política de salud se está haciendo.
La salud no es activo para tomarse a la ligera, hemos escuchado a su charlatán de la salud, decir que la situación no era crítica, que esto era como una gripe.
Después, cuando empezaron los fallecidos, la voz oficial de esta devastadora estrategia, nos alertaba sobre la posibilidad de que los muertos por covid-19 siguieran subiendo y que llegar a un escenario de 60 mil sería catastrófico.
Hemos llegado ya a 100 mil muertes y el discurso sigue siendo el mismo, para nuestro insensible gobierno, vamos muy bien y seguimos domando la pandemia.
Aquí no importan las excusas, ni las estúpidas comparaciones, son 100,000 familias que han tenido que pasar por un calvario de dolor y frustración.
Para ellos no valen las estadísticas de las camas vacías en hospitales, son las camas vacías en los hogares las que cuentan.
Nuestro país registro las 100 mil muertes confirmadas el pasado 19 de noviembre, pero las cifras reales, las que se contabilizan en actas de defunción, nos hablan de un exceso de mortalidad de hasta 260 mil mexicanos en este período de pandemia.
Esta cifra si incluye a los 100 mil. Los 160 mil restantes son mexicanos que no se conocen sus causas por que fallecieron en sus hogares o porque no encontraron cobijo en algún hospital.
No existe discurso alguno para justificar estas cifras, por más que nuestro gobierno federal insista, su estrategia es un fracaso y quien está pagando día a día, esta ineptitud y terquedad, son los miles de familias mexicanas que tienen que lidiar con una pandemia que amenaza sus vidas y las de sus seres queridos.
Así de bien estamos en su país de fantasía.
