El día de hoy se vivirá en Estados Unidos una de las jornadas más históricas en lo que se refiere a elecciones.
Por un lado, la pandemia del Covid19 ocasionará que casi la mitad de los votantes lo harán de forma remota a través del correo, esta medida ha sido duramente criticada por el Presidente Trump, ya que acusa de posibles fraudes y situaciones que pudieran ser aprovechadas, en caso de que el actual presidente no consiga reelegirse y por otro lado tenemos una sociedad altamente polarizada.
El Presidente Trump, no goza del favoritismo en las encuestas, sin embargo, esta situación no le es ajena, ya que lo mismo sucedió en el 2016 y logró salir avante en esas elecciones.
La situación es muy compleja, el sistema electoral estadounidense no es precisamente el más sencillo de entender, en Estados Unidos, quien obtiene el triunfo no es quien consigue el voto popular, más bien se lleva un sistema de votos electorales por importancia de Estados y eso es lo que al final inclina la balanza hacia uno u otro resultado.
Con la situación de la pandemia y de lo mal que ha tratado Trump a las minorías, se presume que pudiera perder su reelección, y probablemente así suceda en las urnas, pero el triunfo de Biden, deberá de ser lo suficientemente contundente para no dar pie a un proceso legal, en el cual las cartas están cargadas a favor del Presidente Trump.
El radicalismo con el que Trump maneja a sus seguidores, tiene con halo de preocupación a la sociedad estadounidense, esa supremacía blanca que él tanto defiende, en ocasiones suele radicalizarse y en caso de una eventual derrota, pudiera tomar las calles y ocasionar algún tipo de disturbio o problema social, algo que los norteamericanos no quieren.
De igual forma, es muy probable que el resultado final se obtenga hasta las últimas horas de este martes, el conteo de votos por correo tampoco será parejo, ya que en algunas legislaciones estatales los votos se dejarán de contabilizar si llegan después de este martes, aun y cuando hayan sido emitidos con anterioridad.
La comunidad internacional se mantiene en vilo, la elección en Estados Unidos, suele mover los mercados y afianzar economías, en especial la nuestra.
Sabemos que Trump lleva una buena relación con nuestro mandamás.
Con Biden, las cosas no van tan bien, debido a que su pensamiento progresista en carácter energético, no congenia en lo más mínimo con el accionar de México.
La moneda está echada, demócratas y republicanos tienen la palabra al momento de definir, en medio de un sinfín de problemas, quién será su próximo presidente, y aunque parece que no es asunto nuestro, la verdad es que esta elección es vital para la política económica, energética y migratoria de nuestro país, así que a estar atentos y apostarle al menos peor.