Ahora que la mayoría del país está comenzando a reactivarse, vale la pena preguntarse ¿qué tanto estamos dispuestos a respetar nuestra salud? y sobre todo ¿cómo vamos a respetar la salud de los demás?; Es un hecho que el gobierno mexicano está empecinado en que volvamos a una normalidad que ya no es.
Con el número máximo de contagios y de muertes, México ha decidido que no podemos quedarnos en casa y que debemos volver a nuestras actividades, eso sí, nos invitan a seguir con las recomendaciones de siempre, pero la realidad es que la imagen que nos proyectan es una imagen como si no pasara nada, y eso es peligroso.
Vamos camino esta semana a destronar a España como el sexto país con más número de muertes a nivel mundial, y tristemente las proyecciones de varias Casas de estudio, nos ubican en los próximos meses con números realmente devastadores.
A estas alturas ya no importa el accionar de las autoridades federales, la estrategia estuvo mal, la forma de contención fue errónea, es ridículo escuchar a nuestro Presidente decir una y otra vez que vamos bien, que todavía hay camas disponibles en todos los hospitales y que las instalaciones no se han desbordado, pero miles de mexicanos no alcanzan siquiera a llegar a los hospitales y mueren, pero no importa por que como domamos la pandemia, tenemos camas.
El pueblo mexicano está a su suerte y por su cuenta librando esta batalla.
Y aquí es donde debemos de salir adelante por nosotros mismos. Miles de mexicanos no creen en este virus, pero el mal es real, la gente está perdiendo la vida, otros más están perdiendo su trabajo, la situación es muy complicada.
La realidad después del Covid19 será cruel y nos exigirá mayores retos.
Y en esta guerra contra el virus, nuestra actitud es la única arma que tenemos, luchamos contra un enemigo invisible que no respeta fronteras, edad, ideología, régimen, posición social, color de piel o preferencia sexual, el enemigo no discrimina y ataca a todos por igual, y a pesar de todo este poderío, es un enemigo que puede ser vencido con acciones muy sencillas, con disciplina, con acción colectiva y con paciencia.
Sigamos las medidas de higiene que ya sabemos, cuidemos a los más vulnerables y seamos empáticos con nuestros semejantes, cuidemos a todos los que están en nuestro entorno.
Los momentos más difíciles para México están por venir, y solamente nosotros podemos sacarlo adelante. ¡ Ánimo !.