¿Qué es la comida para un niño de 10 años? El verse frente a un plato con sopa de verduras de tonos ocres, sin brillo y, después de la primera cucharada, sin sabor dulce o, al menos, con aroma a caramelos, su imaginación lo puede llevar a escenarios medievales, donde él es un caballero de reluciente armadura, mientras que aquellas verduras son un dragón del cual debe evitar sus ataques en forma de cucharadas.
En otras circunstancias podríamos imaginar a una niña con la capacidad de transformar, mediante su varita mágica, la embestida de una horda de zombies, hasta convertirlos en montañas de papas fritas. Y así podríamos seguir, líneas tras líneas, descifrando el cómo funciona la mente infantil y, de paso, recreando nuestros propios recuerdos y deseos.
Desde nuestro “maduro” punto de vista, podemos decir que la comida, para un niño o niña de 10 años, representa un enigma, donde no se sabe cuál es su sabor o consistencia; se ignora si le será agradable al paladar o repulsivo hasta llegar al vómito. Por lo tanto, desde temprana edad se debería hablar de alimentación con los infantes, procurando mostrar el abanico de sabores, olores, colores, etcétera, con el objetivo de inculcar el gusto por la comida y no convertir la hora de comer en una maquinaria inquisitoria del medioevo. Continuando con el uso de la imaginación, es este punto donde, de súbito, un ente extraño aparece como un rayo, un pájaro o avión, pero en realidad es un libro de cuentos para niños y adolescentes.
En 2019 se publicó ¿Sabes a qué sabe? una serie de relatos que relacionaban la comida con las vivencias, ópticas e ilusiones de 19 escritores, todos reunidos por otro tipo de causas. Ellos pertenecen a la red de Slow Food México, organismo encargado de recuperar, aprovechar y difundir todos los productos de la tierra, de acuerdo con la región donde se encuentren. Pero, en un giro bastante afortunado, proponen que, a través de la lectura para los pequeños, se pueda sembrar el gusto e interés por la alimentación saludable. Esta obra fue editada por el Fondo Editorial de Nuevo León y en su página web se puede conocer más información para adquirirlo.
A largo de 22 escritos se trastocan temas y momentos varios, desde el gusto y la repulsión por los vegetales, los miles de pretextos que expresan cualquier pequeño con tal de brincarse la comida y llegar directo al postre, hasta las aventuras y sensaciones que provocó el comer algo por vez primera. Entre los autores nos encontramos al chef Andrés Juárez Ortega, compañero mío de algunas aventuras fuera y dentro del aula. Y que aporta para esta obra dos cuentos dedicados a sus hijos, Galileo y Carmina, quién, desde el corazón y los ojos de un padre, observa y encamina a sus críos por el maravilloso mundo de los sabores y los olores mientras atesoraaquellos momentos.
Benjamín Ramírez
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