Un estudio reciente de la Organización Mundial de la Salud (OMS) muestra que cerca de 19 millones de adolescentes habrían sufrido violencia física, mental o sexual. La cifra corresponde al 24% de la población total joven que ha mantenido alguna relación de pareja.
Para la directora del Departamento de Salud Sexual y Reproductiva e Investigaciones Conexas de la OMS, Pascale Allotey, es bastante preocupante que la violencia hacia la pareja empiece desde una edad bastante temprana, ocasionando daños profundos y duraderos. Para Allotey, esta problemática debe de tratarse a nivel de salud pública, centrándose en la prevención y el apoyo específico.
Durante este estudio, realizado por parte del organismo internacional, arroja datos preocupantes: chicas de entre 15 a 19 años han sufrido violencia física o sexual. También demuestra cuáles son las causas sociales que pueden estar detrás de los ataques a las jóvenes.
Las jóvenes quienes viven en un país con desigualdad económica, son más susceptibles a sufrir violencia de pareja, donde el acceso a los derechos fundamentales hacia ellas son restrictivos. La OMS estima que las regiones donde las adolescentes son más vulnerables de sufrir algún ataque se encuentran en Oceanía y África subsahariana, concentrando cerca del 87%.
Ahora bien, el mayor problema es que en los lugares donde se presenta el mayor número de violencias hacia las mujeres, son en países musulmanes, donde los derechos de las mujeres no son respetados completamente por las autoridades. No se visualiza que estos gobiernos eliminen las violencias para poder cumplir con los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Otro problema que se presenta es el matrimonio infantil afectando a una de cada cinco niñas en el mundo, en América Latina todavía no se prohíbe esta práctica. Provocando la disertación escolar y el desarrollo de los países al prohibir que participen en el crecimiento económico de los países de la región.
La forma de erradicar la violencia hacia la mujer desde temprana edad es implementando programas y políticas públicas que fomenten la equidad e igualdad en la sociedad. Fortaleciendo programas escolares para ayudar a detectar cuando se adentra en una situación de agresividad, donde las mujeres puedan tener herramientas para pedir ayuda por parte de las autoridades.
Las libertades y el libre desarrollo de las mujeres todavía se encuentran obstaculizadas por varias naciones, luce complicado que los países donde el estudio demostró la violencia en parejas jóvenes puedan cambiar por los usos y costumbres de la región. En occidente, el fortalecer los programas sociales existentes para la erradicación de la violencia deben de ser un pilar importante dentro de la educación.