Anselm Grün es un monje y sacerdote benedictino y uno de los autores de libros de espiritualidad más leídos. Es creador de la obra literaria "El año en que murió mi padre". Esta obra se centra en la exploración del duelo, la pérdida y el recuerdo, a través de una perspectiva personal y desentraña temas como el amor, la vulnerabilidad y el dolor de la ausencia que se enfrentan con la muerte de un padre. Esta obra nos enseña que a veces necesitamos del dolor para abrir nuestras puertas cerradas y para mostrar nuestro cariño a aquellas personas que amamos. La obra se centra en el proceso del duelo que se vive tras la muerte de un padre, explorando las diferentes etapas del dolor y la aceptación.
La crisis del sistema de salud en México tiene múltiples consecuencias, incluyendo el acceso limitado a la atención médica, la saturación de hospitales, desabasto de medicamentos y equipo, y un aumento al gasto en el bolsillo de las familias. Estas deficiencias impactan negativamente la salud de la población, especialmente la de grupos vulnerables, con dificultades económicas.
De acuerdo con el estudio Mexico Health System Review, publicado por la Organización Mundial de la Salud en 2020, la segmentación sigue siendo una barrera fundamental para responder a las nuevas necesidades y demandas de atención médica. Esta crisis resulta ofensiva para la gente de la tercera edad que no recibe la atención médica que merece cualquier ser humano.
Erróneamente se piensa que uno se encuentra preparado para enfrentar la muerte de los padres, pero no es así. Se debe de aceptar que la vida continúa aun con su ausencia, e intentar mantener vivo su recuerdo. En el ocaso sólo quedan sus restos en un féretro, perfectamente maquillado, como si fuera el busto de un patricio, en un entorno intenso y desolador. Como homenaje a la muerte del general Bernardo Reyes en la decena trágica, su hijo Alfonso Reyes Ochoa escribió la conmovedora pieza Oración del 9 de febrero: “¿En qué rincón del tiempo nos aguardas, desde qué pliegue de la luz nos miras? Desde entonces mi noche tiene voces, huésped mi soledad, gusto mi llanto. Y si seguí viviendo desde entonces es porque en mí te llevo, en mí te salvo, y me hago adelantar como a empellones, en el afán de poseerte tanto”.