Andrés Manuel Lopez Obrador ha representado a un político centrado en el voluntarismo personal que ha clausurado el aeropuerto de Texcoco, dio marcha atrás a la reforma educativa, ha enfrentado el delito del huachicol y no ha tomado en cuenta a los organismos de la sociedad civil a los que ha demostrado desconfianza total.
Ha evidenciado cierto respeto a la Constitución, las leyes y las decisiones de los tribunales, siempre que éstas se alineen a su proyecto de nación, recordando las administraciones de Luis Echeverría y José López Portillo, cuando el señor presidente indicaba qué era lo bueno y justo para el país.
Esta administración se ha enfrentado con alarmantes tasas de pobreza total y extrema prácticamente idénticas a las de 1992 y con una desigualdad social que cada sexenio se agrava más. El Presidente tiene claro que, si se sigue haciendo lo mismo en términos económicos, se obtendrán los mismos resultados. Lo cierto es que el respeto al estado de derecho es medular para lograr el cambio que tanto sedesea.
Para Lopez Obradorel derecho puede ser un obstáculo para lograr el cambio socialque tanto anhela.Al parecer el cambio que busca el presidente, no se logra con el cumplimiento de las leyes sino a través de una transformación interna, basada en la promulgación del amor que nos llevará a lograr un cambio radical en la idiosincrasia del país.
Actualmente la realidad de México es abrumadora ya que de acuerdocon el índice sobre estado de derechos del World Justice Project (WJP) 2019, se obtuvo una calificación de 0.45 puntos, en donde 1 significa un fuerte estado de derecho y 0 la ausencia del mismo, estamospor debajo de países como Sierra Leona, Liberia o incluso nuestro vecino Guatemala.
El Presidente ha decidido atender esta crisis enfatizando las frases de Benito Juárez “Nada por la fuerza, todo por la razón y el derecho” y a José María Iglesias “Al margen de la ley, nada; por encima de la ley, nadie”, es así como manifiesta la necesidad de que el derecho sea la luz que guíe el proceder de los mexicanos. Sin embargo, en los 100 primeros días de su gobierno, Lopez Obrador ha decidido tomar decisiones controversiales como dar por terminado el nuevo aeropuerto de Texcoco que realizó a través de una consulta inconstitucional, la cual no se encontraba apegada a los términos del artículo 35 constitucional y que sin ser la consulta vinculatoria enfrentó la liquidación de bonos, la cancelación de contratos y la reparación de las obligaciones contraídas.
Enfrentó también al huachicoleo ordenando cerrar ductos y comprando pipas fuera de licitación, al margen de una norma oficial mexicana sin apoyarse en la ley.Este delito provocó que la nueva administración quieraestablecer en la Constitución la prisión preventiva oficiosa para los acusados de esos delitos.
Con estos hechos que han marcado los primeros 100 días de la nueva administración hemos visto la relación de López Obrador con el Derecho que sigue sin atender el verdadero problema que enfrenta nuestra justicia en la actualidad como la impunidad y la ineficiente procuración de justicia, pero al parecer, seguirá utilizando las leyes como una simpleherramienta para llevar a cabo sus decisiones y que las formas jurídicas prevalecerán en lo general a lo largo de su administración._