Las múltiples y festivas conmemoraciones que tenemos en nuestro país tienen siempre la referencia de la naturaleza, para darle al festejo el carácter que acostumbramos, sería posible el día de muertos sin las flores de cempasúchil, o la navidad sin el tradicional árbol y las flores de nochebuena, o un 10 de mayo sin rosas y flores de todo tipo, y eso sin considerar la tradicional comida, todo gracias al recurso natural.
A veces por el uso indiscriminado en aras de lo simbólico perjudicamos a nuestros recursos y su relación con otros seres vivos.
Uno de estos recursos favoritos en navidad es el musgo, su apariencia de pasto pequeño y verde es ideal para dar carácter a los arreglos navideños entre ellos al tradicional nacimiento. Por nuestra visión antropocéntrica ignoramos que el musgo cumple una función fundamental para la existencia de otros seres vivos y para mantener el orden en la naturaleza, por lo que más valdría dejar al musgo en su lugar original.
Nos preguntaremos ¿cómo es posible que una planta tan pequeña pueda ser tan importante? En principio el musgo fue hace millones de años de los primeros vegetales que ocuparon el ambiente terrestre, y se convirtieron en el lugar ideal para el crecimiento de otros seres vivos como protozoarios y pequeños invertebrados. Claro que su gran atractivo está en que almacenan agua, frenan la erosión de los suelos, favorecen la germinación de las semillas por su humedad, además de ser materia prima para las aves que lo utilizan para construir sus nidos. En época invernal son alimento para grandes mamíferos como los alces y algo muy importante es que capturan el CO2 utilizándose también como bioindicadores de la contaminación.
Su aspecto comercial se encuentra en la horticultura, jardinería e incluso se le ha considerado medicinal.
En México existen 1,480 especies identificadas, algunas en peligro de extinción por la recolección excesiva y el alto impacto que se causa a su hábitat.
Los pequeños musgos son campeones de la sobrevivencia pues tienen una gran tolerancia a la desecación y a la carencia de nutrientes minerales. Como diría un estudioso: son plantas masoquistas que viven al límite de lo soportable.
Que el adorno navideño sea la satisfacción de NO retirar al musgo de su hábitat, permitiendo la germinación de múltiples plantas, la mejora al suelo de los bosques y darle hogar a la fauna que del musgo depende.
Arlette López Trujillo*
*Facultad de Estudios Superiores Iztacala UNAM