Conocer nuestros recursos naturales es fundamental para conservar, proteger, valorar y utilizar de manera sustentable el patrimonio natural que nuestro país posee de manera destacada, ubicándolo dentro de los doce países megadiversos que en el mundo existen.
El cambio de enfoque y la toma de conciencia hacia la conservación y protección de la naturaleza se ha modificado paulatinamente, en la medida que los seres humanos valoremos y tengamos conciencia que ante la falta del recurso natural, la vida en todas sus expresiones se encuentra amenazada.
Lamentablemente tomar conciencia es un largo proceso que parte del conocimiento de los recursos, su aprovechamiento y conservación y, algo fundamental, darlos a conocer a la sociedad para su cuidado y uso sustentable.
Este valioso y necesario trabajo lo realiza desde hace 30 años la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (CONABIO), fundada gracias a la visión y capacidad del sabio mexicano el Dr. José Sarukhán.
Como muchas acciones relacionadas con la ciencia y el conocimiento, la Comisión inicio actividades con gran entusiasmo y escaso apoyo, sin embargo, el trabajo de cientos de investigadores, estudiantes, comunidades, agricultores y campesinos entre otros, ha logrado generar una gran cantidad de información creándose el Sistema Nacional de Información sobre Biodiversidad de México (SNIB), único en su género con información de más de 11.2 millones de especímenes.
La CONABIO ha sido un referente para la creación de instancias semejantes en otras partes de la República e incluso a nivel internacional. Cabe mencionar que el Dr. Sarukhán fue galardonado y reconocido por sus aportaciones al ambiente y por su visión al crear la CONABIO con el premio Tyler Al Logro Ambiental, equivalente al premio Nobel del Medio Ambiente.
La CONABIO ha sido la referencia para conocer y valorar nuestro patrimonio biológico, “perderlo sería tan grave como el cambio climático”a decir del Dr. Sarukhán, quien su valiosa presencia como coordinador de la CONABIO recién lo ocupa un perfil carente de los conocimientos que requiere esta gran institución que salvaguarda la biodiversidad del país patrimonio de todos los mexicanos.
Esperemos que la conciencia crítica y los valiosos alumnos que el Dr. Sarukhán formó continúen al margen de los obstáculos, el camino trazado por el bienestar de las futuras generaciones.
Arlette López Trujillo