Un arco de piedra es la gran Puerta de la India que nos permite el ingreso a la tierra milenaria de este país fascinante y arcano; se levanta en la ciudad portuaria de Bombay (Mumbai), la más poblada de la nación. Entre polvo y caterva un niño de 12 años observa cómo las tropas británicas avanzan y salen por aquel pórtico de risco hacia las aguas del Índico para dar fin, en 1948, al dominio del Reino Unido y convertirse así en un país independiente. Sus ojos atesoran ese recuerdo.
Este niño se llama Zubin. Su nombre, derivado del serbio, significa “honor”; había nacido en el puerto del mar arábigo en el año de 1936. Su padre, un violinista destacado, lo instruye en las primeras lecciones de música. Transcurridos los años, y habiendo dejado los estudios de medicina, a sus dieciocho de edad se decide por la música emigrando a Viena para encausar su formación en la dirección orquestal. Cuatro años después, en 1958, debuta en el pódium de aquella ciudad austriaca, ganando meses después el Concurso Internacional de Dirección Musical de Liverpool; entonces lo nombran director asistente de la Orquesta Filarmónica Real de Liverpool. Es así como inicia su carrera profesional el músico y director de orquesta hindú Zubin Mehta.
Es el preludio de una vida entregada al arte musical y su valiosa aportación al género sinfónico. Los siguientes nombramientos son fiel testimonio: Director de la Sinfónica de Montreal (1960-1967); director de la Filarmónica de Los Ángeles (1962-1978); Filarmónica de Nueva York (1978-1991); Filarmónica de Israel (1977, con nombramiento vitalicio). Se suman nominaciones como director desde 1998 en la Ópera Estatal de Baviera y Orquesta Filarmónica de Munich. Incansable promotor de vínculos culturales entre Oriente y Occidente, no sólo como músico sino en su papel de emisario por el rescate de valores humanitarios en conflictos políticos y sociales de los cuales él mismo ha sido testigo cercano, llevándolo por diversos territorios del mundo anteponiendo la música como mensaje de conciliación ante las naciones.
En los contenidos musicales se distingue la personalidad de Zubin Mehta por un carácter que refleja integridad y probidad en cada una de sus lecturas e interpretaciones hacia las partituras sinfónicas, dedicándose especialmente al periodo post-romántico con obras de Richard Strauss, Anton Bruckner y Gustav Mahler, quienes representan un capítulo en la historia de la música bajo la introspección de valores estéticos como extensos desarrollos en ideas temáticas de las sinfonías o poemas sinfónicos que distinguen la etapa de transición Siglo XIX-Siglo XX. Por todo ello Zubin Mehta es considerado uno de los directores de orquesta vivos más importante del mundo.