Es interesante constatar que a los reseñadores les cuesta trabajo clasificar la nueva película de Danny Boyle. Por ahí leí que Yesterday es una comedia romántica, un musical, una crónica de carrera, una película fantástica o una ciencia ficción. Lo interesante de Yesterday es justamente que, aunque tiene elementos de varios géneros, el filme se distingue por el sello propio - y británico - de sus autores Richard Curtis, como guionista, y Danny Boyle como director. El filme es un homenaje a Los Beatles, pero también es la historia de un joven músico que experimenta y rescata la música, poesía y filosofía de un grupo de jóvenes de otra época cuya impresionante universalidad y atemporalidad comparte con el mundo.
El protagonista británico Jack Malik (Himesh Patel) es de ascendencia hindú y trabaja como almacenista al mismo tiempo que intenta construir una carrera como cantautor. Pero el éxito no llega y Jack decide darse por vencido cuando un repentino apagón deja al planeta sin energía eléctrica, provoca un accidente que lleva a Jack al hospital y causa una especie de amnesia generalizada por la que algunos productos de consumo y cultura popular – como Los Beatles - desaparecen de la memoria colectiva. Con su admiración por las canciones del cuarteto de Liverpool, su memoria, empatía y curiosidad, Jack se convierte en la estrella del momento que lleva al mundo a descubrir la poesía, calidad musical e impacto popular de las canciones de Los Beatles. El éxito lo hace viajar, conocer a músicos y personajes de la industria musical, al mismo tiempo que lo expone a dilemas éticos profesionales y personales.
El guión de Richard Curtis, autor de Notting Hill, Bridget Jones y Cuatro bodas y un funeral, desarrolla personajes que despiertan empatía y se caracterizan por su trabajo, sueños y vida social. El filme integra a personajes que se interpretan a ellos mismos como el músico pop Ed Sheeran. Situaciones y diálogos se distinguen por el humor británico y varios guiños a la conducta, el lenguaje y los valores de EUA. Como ejemplo basta la reacción de la representante estadounidense cuando Malik regala los derechos de las canciones de Los Beatles a todos los escuchas del mundo: “In the name of Money, no hagas eso”, le grita la mujer.
La dirección de Danny Boyle es eficaz, personal y juguetona: Planos inclinados y movimientos de cámara que conocemos de Trainspotting, Exterminio y Slumdog Millionaire, colores pop y letreros que acompañan la banda sonora con canciones como “Yesterday”, “Let it be”, “I wanna get your hand”. En busca del sentido de la vida, Malik “revive” a John Lennon y el filme arma un desenlace al estilo “All You Need is Love”. No sé si el desenlace con boda y familia tradicional era necesario para el Kit de homenaje a Los Beatles. Me quedo con el resto de la película y el exquisito humor británico.