“Resiliencia”, el monólogo de la uruguaya Marianella Morena es muchas cosas a la vez, alegoría de la capacidad que tiene el teatro lagunero para volver a ser luego de una época donde lo vapulean; capacidad de los habitantes de esta tierra para volver a salir a la calle, como antes y platicar en las aceras, indirecta a los habitantes de este enorme furgón de locos que suponemos salir de la prisión de cada uno para ir…¿a dónde?
Hoja en Blanco lo volvió a hacer, con la producción de Cecilia Guerrero y la dirección de Uriel Rangel, un grupo de jóvenes voluntarios (en toda la extensión de la palabra) apoya el trabajo en escena del estupendo y joven actor Arturo Aranda Zamudio que interpreta al guerrillero tupamaro Carlos Lizcano, acusado de preparar las armas con las que mataron a cuatro soldados en 1972 y preso desde entonces hasta 1986 cuando salió de su país para ir al exilio a Suecia ¿dónde he leído esto?
“Resiliencia” se presenta mañana domingo 7 en Plan B, un exquisito foro de los teatristas Enríque Esquivel y Alam Sarmiento en la calle González Ortega que recuerda el trabajo de Rogelio Luévano y Jorge Méndez (Galería Argos) en los años 80 que trabajaron en espacios igualmente reducidos y por supuesto a los legendarios Alfonso Garibay y Luis Flores en los inicios del teatro Mayrán en los años 50, ¿por qué se dice que la historia se repite?
Pero también es una vuelta a la tuerca de la historia de Latinoamérica, está a la mitad del camino de “El Cumpleaños de Juan Ángel”, o “Pedro y el Capitán”, de Mario Bendetti y “Garage Olimpo” del argentino Marco Bechis; una anécdota cruel, despiadada, que nos parece tan familiar como la historia de Doña Rosario de Piedra y la eterna búsqueda de sus hijos, o la permanente marcha de las Madres de la Plaza de Mayo, de Buenos Aires.
El argumento que va y viene, que desespera, que atormenta, la interacción del público que da miedo, que aterra, que nos recuerda una realidad no muy alejada a “Resiliencia” del guerrillero que habla al final de la obra y que subraya, las mejores personas se conocen en las peores circunstancias.