Saúl Rosales Carrillo ha sido formador de muchas generaciones de estudiantes y de aficionados a la literatura desde que regresó a la Comarca Lagunera en los primeros años 80; es aficionado a “El Quijote de la Mancha” y a la Camerata de Coahuila, el profesor también ha sido promotor cultural en la UAdeC, integrante de la Academia Mexicana de la Lengua, miembro de la Corresponsalía Mexicana de Cultura, conductor de talleres literarios y editor de revistas culturales; estas últimas dos tareas en el teatro Isauro Martínez.
El profesor ha sido colaborador de estas páginas laguneras donde hemos coincidido, fuimos compañeros de trabajo en el antiguo ISCyTAC (hoy ULSA) donde como disciplinados madrugadores dimos clases a las 7:00 horas por muchos años y ha dejado su impronta como reseñista periodístico de actividades culturales, de los conciertos de la Camerata y del teatro en la Comarca Lagunera.
Antes estudió y trabajó en la CdMx donde fue periodista y al finalizar las cabañuelas se irá a casa a descansar, a seguir leyendo, a planear viajes con su familia, a , dijo él, hacer lo que le gusta.
Luego de siete años como coordinador de las bibliotecas municipales de Torreón, el señor Rosales renunció a su trabajo en el IMCE para dedicarse a otros menesteres.
Acompañé a la maestra Ruth Idalia Ysais, titular del Instituto de Cultura de Torreón, a la sencilla pero muy emotiva ceremonia de despedida a Saúl Rosales, el maestro agradeció, con la sencillez de siempre, el apoyo recibido y confirmó que deja su trabajo para seguir en el mundo literario ¿conoce otro? , se dedicará desde el amanecer a leer al Quijote, a Nabakov que escribió sobre el Hidalgo Manchego y caminará las calles de su amado Torreón para descansar en alguna biblioteca donde buscará más libros de Cervantes.
Saúl se fue de su oficina pequeñita en la biblioteca García de Letona, se despidió de sus colaboradores que le aplaudieron agradecidos por su bonhomía. Fue el cierre de la ceremonia donde Ruth Idalia Ysáis habló a nombre de todos, le agradeció a Saúl por su dedicación y amistad y lamentó no poder evitar que el señor Rosales cambiara de oficina que ahora estará solo en el mundo quijotesco.
Al dejar su trabajo en las bibliotecas de Torreón, ¿cambiará en algo la vida del señor Rosales? Claro que no.
