En tiempos de formación de redes para fortalecer el trabajo de promotoría cultural, los museos del Ayuntamiento de Torreón quedaron fuera de la celebración colectiva del Día Internacional de los Museos y eligieron hacer fiesta por su cuenta, inaudito porque el espíritu del Ayuntamiento local debiera ser el de unión y compañerismo, de convivencia, diálogo en los museos como espacios de cultura espíritu de la celebración desde 1977.
La ausencia de los trabajadores de los museos del Ferrocarril, el Algodón, la Casa del Cerro y la Moneda, es un retroceso no solo para la comunidad, sino también para los mismos empleados municipales que se organizaron su propio festejo, fuera de colectivo de museos donde habían participado en años anteriores.
El Ayuntamiento de cualquier parte debe ser líder en la actividad ciudadana y la cultura es fundamental. Hay aciertos notorios en esta administración como la Jabonera y la Línea Verde o el Paseo Colón, pero romper su propia piñata afuera del salón de fiestas fue un error.
En tiempos de elecciones cualquiera promete la luna y las estrellas. Eso está pasando en Lerdo donde oscuros personajes que quebraron el Festival Lerdentino y no pagaron a los promotores culturales hace varios años, regresan de la ultratumba política donde estaban para prometer museos en la Ciudad Jardín. Aquí van las promesas de estos personajes: el museo del tranvía, el museo de la Revolución Mexicana y aseguran que tienen la llave para la celebración de nueva cuenta del llamado Festival Cultural Lerdentino, no tienen decoro.
Mientras tanto, el Museo del Chalet Gorosave recuerda que vivió mejores tiempos y ahora está poco menos que en el olvido de todos, de las autoridades municipales y del personal del Instituto Nacional de Antropología e Historia que les prometió una remodelación ejemplar y solo empapeló los barandales de la escalera, desalojó las salas y se fueron por el mismo camino utilizado para llegar a una casa histórica de La Laguna de Durango que ahora está peor de lo que la encontraron este equipo de burócratas que no ayudan y sí estorban.
