Cuánto cuesta una vida, póngale precio. ¿Mil, diez mil pesos, 10 millones?
En este caso 40 mil, 40 mil pesos costó la vida de Íñigo Arenas, un empresario que murió en un antro del Estado de México a manos de una red del crimen organizado que operaba en ese lugar y me refiero a la literalidad de las palabras, el crimen organizado, pero no el de los cárteles de la droga sino del más simple, del casero:
Un grupo de mujeres sin escrúpulos que se dedica al servicio sexual, a los guardias de seguridad, a los meseros, una pequeña célula de delincuentes. Íñigo era padre de familia, esposo y director de operaciones de una empresa dedicada a la consultoría metodológica de empresas y franquicias.
Su único error fue que quiso seguir la fiesta... Íñigo salió de un bar en Polanco a las tres de la madrugada del domingo seis de agosto y tomó un taxi por aplicación que lo llevó a un bar en Naucalpan, en el Estado de México, lugar donde al parecer, lo conocían muy bien.
Íñigo fue recibido por Aritzi, Ana, Celilia y Ana Karen.
Las bailarinas le pidieron comprar cuatro botellas de diez mil pesos cada una, diez mil pesos y ahí bebieron junto a él.
En algún momento de la velada, "alguien" abusó en la cantidad de sustancias químicas que puso en el vaso de Íñigo para que no se percatara de la obscena cantidad que le cobrarían por cuatro botellas, ese vaso que terminó por matarlo. 40 mil pesos.
De pronto, cerca de las cinco de la mañana Íñigo evidentemente intoxicado por el alcohol y por las sustancias suministradas por "alguien" en el Black Royce decidió marcharse, por supuesto que antes, el bar había cargado la desorbitada cuenta en su tarjeta de crédito.
Se levantó, caminó unos pasos y comenzó a ponerse morado, se sentó en una silla y ahí murió, solo y minutos antes abusado por un grupo de mujeres y hombres.
El resto del personal trató de reanimarlo, sin éxito.
Ahora, una familia quedó huérfana, un hombre perdió la vida por 40 mil pesos, imagínese si le hubieran preguntado antes a la familia si estaría dispuesta a pagar esa cantidad por la vida de su padre, esposo, hijo o hermano, le firmo donde me pida que seguramente triplicarían la puja, si fuera el caso la cantidad, todo por 40 mil pesos.
