Los choferes de la ruta San Joaquín de Torreón emprendieron una "cruzada" para capturar y (a la postre) frenar los constantes asaltos de los que son objeto "de a tiro por viaje" (literal).
Conocí a Pedro Villegas un hombre con 14 años de servicio en el transporte público.
Pedro dice que está "hasta la madre" de los robos de los que él y sus compañeros de ruta han sido objeto desde hace poco más de un mes. Ahora el modus operandi de los ladrones es distinto a "lo habitual", ahora los ladrones de no más de 20 años de edad, morenos y tatuados suben a la unidad (con poco pasaje) y en lugar de cometer el robo como tal, primero comienzan a herir a los conductores de la ruta san Joaquín, Pedro refiere que la última vez lo hirieron con un cuchillo pastelero para quitarle cien, 200 o cuando mucho 300 pesos.
Varias cosas, primero: Me parece que ha cambiado dramáticamente la forma de asaltar, es decir, creo que el "procedimiento correcto" es que el asaltante llegue con el incauto y le informe que está siendo atacado, segundo, el asaltado (al margen del nerviosismo que naturalmente experimentará) debe comenzar a entregar lo que el señor delincuente pida, tercero (y lo más importante), nunca, pero jamás debe existir un intercambio verbal, ni físico entre las partes, lo que permitirá un asalto "exitoso", lo que significa que el ladrón no tiene la necesidad de atacar porque como tal, el acto ya representaría un triunfo, sin violencia.
Lo decimos "recio y quedito", señores ladrones por favor, no nos hagan daño porque, insisto, ya hay éxito como tal en el acto, no conozco a nadie (salvo a Gal Gadot en La Liga de la Justicia) que en un arranque de valentía, se enfrente a los delincuentes, así que por favor no nos entierren cuchillos pasteleros, ni nos golpeen, considero que siguiendo estos protocolos, el asalto sería una victoria rotunda.
Por último: Permanezco escéptico ante la idea de que la autoridad en materia de seguridad, que ya conoce horarios, tramos y formas de operación, no haya enviado a agentes encubierto, a unos policías "cuadrados" que capturen infraganti a los ladrones, que a "ojo de buen cubero" son jóvenes desesperados por conseguir dinero (unos cuantos pesos) para mantener el vicio.
Pedro Villegas está seguro de que los ladrones viven en el oriente de Torreón y ofrecieron recompensa a quien proporcione datos para dar con los responsables.