Qué desperdicio de tiempo el de Ociel en empeñarse en defender su identidad para que el estado se la garantizara.
Recuerde que Coahuila, a pesar de tener una ley de avanzada en materia de derechos humanos que proporciona certeza a la comunidad LGBTQ+, Ociel tuvo que ampararse y a la postre, a través de un juicio, ganarle al estado para poder recibir la primera acta de nacimiento con casillero binario.
Ociel Baena, primer magistrade electoral no binarie en América Latina, compartió en redes sociales que recibió por primera vez en la historia del país el título de “maestre”.
Gabriela Ruvalcaba, directora de la Escuela Judicial Electoral del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación entregó el título de “maestre” en Derecho Electoral a Ociel, me guste o no, nos guste o no, su identidad no binaria descansa en un documento legal como lo es una partida de nacimiento y además escaló hasta un escaño internacional al convertirse en la primera persona mexicana en recibir un instrumento global, el pasaporte de manos de nada más y nada menos que del entonces Canciller, Marcelo Ebrard Casaubón.
Qué pena por Ociel, porque ni eso le valió para que los demás juzgáramos su logro profesional por su forma de vestir, su manera de dirigirse en los videos, el folklor que emanaba en sus redes sociales.
Hace algunos días, la Senadora Lilly Téllez y el pre candidato presidencial Eduardo Verásteguí se "sumaron" a la andanada de condolencias por la muerte de Ociel, pero lo hicieron desde una palestra de desdén irrestricto, insurrecto e ilegal porque, otra vez, me guste o no, le guste o no o les guste o no, la identidad legal de Ociel Baena es "no binaria" es decir, existe un antecedente legal que nos obliga a llamarle como reza en su acta de nacimiento y demás documentos que acreditan su identidad.
Ni toda la lucha de Ociel, ni tantos días de espera para que el estado le enmarcara en un género no binario, al final del día la Senadora y el aspirante presidencial en flagrante violación a sus derechos humanos, se "condolieron" llamándolo "magistrado" y podríamos dejarlo pasar, pero no, justamente ahí radica la diferencia en los dichos de cualquier hijo de vecino y de una mujer que nos representa, aunque estridente, en la cámara alta y otro personaje que pretende convertirse en el próximo Presidente de nuestro país, ojalá que ni uno y ninguna oportunidad para la otra.