Hace un par días y de madrugada, 359 diputados de Morena y sus aliados votaron a favor de la reforma al Poder Judicial en el salón de armas de la Magdalena Mixhuca, la sede alterna a la cámara ante la imposibilidad de ingresar debido a grupos que mantienen tomado el recinto.
Es casi un hecho que el Poder Judicial sufra cambios estructurales a través de una modificación constitucional, es decir, irrevocable, tales cambios prevén la elección de jueces, magistrados y ministros por la vía del voto popular, la reducción de la Suprema Corte de 11 a nueve integrantes, así como la desaparición del Consejo de la Judicatura para ser sustituido por un órgano administrativo y un Tribunal de Disciplina Judicial.
Estamos obligados a poner mucha atención y debemos estar expectantes ante lo que sería el totalitarismo de un gobierno y la posible investidura de una gobernante que ostentará todo el poder en las manos: Claudia Sheinbaum.
Si un senador, uno decide lo contrario, ella será la mujer más influyente de este país. Los 135 legisladores que votaron en contra a la iniciativa del todavía Presidente López Obrador están reducidos a la mínima expresión parlamentaria:
La discusión de 789 reservas ¿Y qué es una reserva? una pequeña enmienda de redacción a un conglomerado de ley que viene prefabricado desde el ejecutivo, minucias pues que los otros grupos parlamentarios PAN, PRI y Movimiento Ciudadano pretenden mover, pero insisto serían ajustes que en nada modificarían la generalidad de la propuesta.
Ahora durante las próximas horas, la Cámara de Diputados, votando en un gimnasio y no en su sede, turnará la aprobación de la ley a la Cámara Alta para su validación, y los senadores están todos amarrados, solamente les falta uno, falta que Morena y aliados convenzan a uno, para que el Poder Judicial, uno de los tres que rige a este país, modifique prácticamente su organización y replantee una nueva.
En lo particular creo que es solamente un trámite la llegada del proyecto con los senadores, es decir, la ley será aprobada de facto.
Por favor, mucho ojo, no permitamos que la salida de Adrián Marcelo de la Casa de los Famosos eclipse lo que estamos a punto de vivir como país, no sé si sea bueno o malo, pero estamos ante un hecho por demás relevante en la historia moderna de México, dejemos en su lugar, las crisis existenciales de los famosos enclaustrados en la casa.
Le replanteo, no permitamos que nos hagan "la caja china".