“No somos iguales”, resonaron los spots una y otra vez en la televisión el jueves pasado, día en que el Presidente Andrés Manuel López Obrador dio un mensaje por su Cuarto Informe de Gobierno en Palacio Nacional y ante unos cuantos invitados, su gabinete.
Han pasado ya casi cuatro años desde que AMLO tomó posesión como Presidente, después de 12 años de perseguirlo y todavía no deja de hacer referencia a los gobiernos anteriores.
“No somos iguales”, fue la frase preferida para hablar lo mismo de salud, que para seguridad, para combate a la corrupción, obras, asistencia social y cualquier otro tema que se le ocurra a usted.
Está muy bien conocer la historia para no repetirla, pero ciclarse en el pasado impide ver hacia el futuro. Su referencia está en gobiernos anteriores y no mira hacia adelante para abrir un camino por sí mismo.
Eso pareciera que es lo que está viviendo la Presidencia de López Obrador, está anclada en el pasado, lo que le impide crecer.
En una entrevista que hizo el periodista Carlos Loret de Mola a Carlos Urzúa, primer secretario de Hacienda de López Obrador, el ex funcionario afirma que al Presidente cambió mucho su forma de gobernar, ya que colaboró con él cuando fue jefe de Gobierno del DF, incluso lo vio ahora amargado después de perder dos elecciones.
Y sus palabras durante el Cuarto Informa lo pintan de esa manera, aparte de que en el mensaje se pudieron escuchar todas las frases hechas para comunicarse con su base social.
Tanto ha polarizado el Presidente todo el día desde las mañaneras, que sus adversarios no aflojan en las críticas, pero ahora extraña escuchar a voces desde el interior de Morena criticando el actuar del líder moral del movimiento y al mismo partido. En redes sociales se pueden ver comentarios de Porfirio Muñoz Ledo y Gibrán Ramírez haciendo críticas al Presidente y la 4T.
Ahora se acerca la hora de las definiciones hacia las elecciones en el Estado de México y Coahuila, bastiones del PRI, y las guerras internas en Morena aparecerán y el panorama luce igual rumbo al proceso electoral del 2024.
La carrera presidencial promete muchos enfrentamientos dentro del partido en el poder, mientras que la alianza opositora apenas se va articulando.
Lo cierto es que el sexenio parece que ya se fue.