Todos al zócalo. Hoy domingo 9 de marzo todas, todos y todes debemos ir a apoyar a nuestra presidenta, a felicitarla por lo que pasó.
¿Por qué? Porque esto no es un juego o un truco electoral. Cuando el destino de México está en juego, no hay oposición que valga.
La historia usted ya se la sabe: hace algunos días amanecimos con la noticia de que Donald Trump, de manera unilateral, decidió ponerle aranceles a los productos que México exporta hacia Estados Unidos.
Esto iba a afectar a millones de familias de este lado de la frontera. Obviamente es algo que no se podía permitir.
Claudia Sheinbaum, en lugar de responder desde la pasión, dio cátedra de dignidad, de diplomacia y de profesionalismo, y con una serenidad admirable insistió en que a México se le respeta. Si a la cooperación. No a la subordinación.
Y aquí es donde ocurrió algo magistral desde la perspectiva de la comunicación política:
La presidenta de México mencionó que iba a tener una llamada telefónica con el señor Trump para el jueves 6 de marzo, y que independientemente de eso convocaba a una asamblea pública para hoy en el Zócalo de la Ciudad de México.
Casualmente, en esos días, el presidente de Estados Unidos tuvo un evento donde habló en público y ocurrieron muchas cosas desagradables. Hubo gritos, polémica. La cosa se puso fea.
¿Dónde está lo magistral en la estrategia de Claudia Sheinbaum? En el mensaje.
Mientras que a Trump le fue pésimo en un evento con pocas personas, la presidenta de México iba a tener a multitudes enteras respaldándola en cualquier cosa que ella pudiera anunciar.
¿Así o más claro el poder de Sheinbaum? ¿Así o más clara la unión de las y de los mexicanos?
Para no hacerle el cuento largo, usted sabe que la llamada telefónica entre la presidenta de México y el presidente de Estados Unidos fue exitosa para ambas partes. Lo de los aranceles se va a posponer por otros 30 días.
¿Entonces qué va a pasar ahora en el Zócalo? Que lo que antes iba a ser una asamblea para anunciar reacciones a lo de los aranceles se va a convertir en un festejo, en un festival.
¿Por qué tenemos que ir de cualquier manera? Porque los mensajes son los mismos: a México se le respeta. Nuestra presidenta no está sola. Las y los mexicanos estamos unidos y la unión hace la fuerza.
Sí, yo sé que muchos enemigos del sistema están criticando esto con unos argumentos rarísimos. AMLO les diría: ¡Ternuritas! Yo les digo: no importa si esto va a pasar cada 30 días.
Nosotros no tenemos cola que nos pisen. Lo estamos haciendo bien. Vivimos en un gran país y tenemos a una presidenta con un nivel de aceptación histórico.
¿Qué hubiera hecho Xóchitl Gálvez si hubiera estado en el lugar de Claudia Sheinbaum? ¿Qué le hubiera dicho Jorge Álvarez Máynez a Donald Trump?
¿Ahora entiende el privilegio que es tener a una presidenta como la que tenemos? ¿Ahora entiende por qué debemos celebrar?
Todas, todos y todes al Zócalo hoy domingo 9 de marzo. Que se vea la multitud. Que se sienta la unión. Sorprendamos al mundo con un mensaje de apoyo como no ha habido otro en ninguna otra parte ante este tipo de situaciones.
Y en caso de que usted viva en otra ciudad, en otro país, enlácese a las transmisiones en vivo que vamos a ver a través de muchos canales de televisión públicos y privados, y a través de las redes sociales.
#AlZócaloConMiPresidenta, #MéxicoPuebloUnido, #AMéxicoSeLeRespeta. Hoy es un día histórico. Hoy es un día de fiesta. ¿A poco no? ¡Felicidades!
