El problema de las películas navideñas es que o son una gringadas infames de una realidad muy aparte o un patético esfuerzo desesperado por prolongar tradiciones insostenibles. ¡Qué flojera!
Por eso soy el crítico más feliz de México con “Reviviendo la Navidad” de Netflix.
Me hubiera encantado que se tratara de una historia original, pero ya sabe usted cómo está esto de los “refritos” en todas partes.
“Reviviendo la Navidad” es una versión nacional de la maravillosa película brasileña “La Nochebuena es mi condena” (“Tudo Bem No Natal Que Vem”).
Haciendo a un lado ese “pequeño” detalle, qué bonita experiencia. No por nada es el éxito de la temporada.
En el muy remoto caso de que usted no sepa de qué le estoy escribiendo, “La nochebuena es mi condena” es una ensalada con un montón de lugares comunes de los más famosos cuentos decembrinos sólo que tropicalizados a la iberoamericana.
Y en el caso muy específico de “Reviviendo la Navidad”, el trabajo de adaptación es fabuloso porque incluye dos o tres guiños a cosas muy nuestras.
La historia es la de un Scrooge latino, padre de familia con una esposa hermosa e hijos pequeños que debe entender el verdadero significado de la Navidad a través de una dinámica que no le voy a platicar para no arruinarle la película, pero que es muy efectiva.
Al principio, aquello parece que va a ser un filme navideño más del montón, pero crece, crece y crece, y al final a uno sí se le hace un nudito rico en la garganta y sí termina reconciliado con la vida.
Evidentemente no es una película de arte, pero tiene un reparto lleno de aportaciones. Desde Mauricio Ochman, y Ana Brenda Contreras en los roles protagónicos, hasta las participaciones estelares de luminarias como María Rojo y José Sefami.
¿Y qué me dice de las actuaciones especiales? Mi amado Manu Nna se lleva la película dándole vida a un montón de personajes divertidísimos.
A su lado están Hernán del Riego, Mauricio Barrientos “El Diablito”, Jorge “El Travieso” Arce, Alfonso Borbolla, Verónica Bravo, Romina Poza y muchas otras figuras más.
Esto hace una diferencia grandísima y crea un clima de lo más atractivo.
Le juro, por ejemplo, que ver a la inmensa María Rojo haciendo comedia es algo imperdible para cualquier suscriptor de Netflix. Punto.
Además, Mauricio está en su mejor momento. Se nota que se divirtió haciendo esto, que se lo tomó en serio, que se comprometió con su personaje.
¿Cuál es la nota? Que este año, más allá de la monumental avalancha de lanzamientos que atascaron todas nuestras pantallas, tuvimos una película navideña mexicana digna, diferente dentro del contexto de comedias románticas que hemos estados haciendo en los últimos años, y que los Alasraki siguen siendo líderes en el negocio del cine nacional.
El director y coguionista de “Reviviendo la Navidad” es Mark Alazraki (“Mentada de padre”), hijo del productor y publicista Carlos Alazraki (Atypical Te Ve), nieto de Benito Alazraki (“Santo contra los zombies”), hermano de Gary (“Nosotros los nobles”).
El que es talentoso, es talentoso y esta película, hecha 100 por ciento para la diversión, desborda talento de principio a fin.
Luche por ver “Reviviendo la Navidad” en Netflix. Le va a gustar. De veras que sí.