Ojitos de Huevo existe, es un comediante. Lo conocí hace algunos años en un experimento bastante agresivo de Comedy Central y, como seguramente usted recuerda, quedé muy afectado.
Mi pobre mente no supo entender lo que estaba viendo. Se me hacía monstruoso que un ciego se burlara de los ciegos. Yo pensé que Comedy Central estaba abusando de este señor.
A lo mejor el problema fue que ni él ni el canal le explicaron lo que estaba pasando al público. A lo mejor el problema fui yo. El caso está en que aquello me molestó y no me volví a acercar a este “standupero”.
La semana pasada se estrenó en Netflix “Ojitos de Huevo”, la bioserie de Ojitos de Huevo y ahora soy el fan número uno de este creador de contenidos. Lo amo. Lo admiro.
¡Lo que es tener una plataforma que le explique a la gente lo que está mirando! ¡Lo que es saber contar un cuento!
A mí no me interesa ni juzgar a este personaje ni meterme en su vida ni ninguno de esos asuntos.
Lo que me interesa destacar es que ésta es exactamente la serie que millones de personas deben de ver ya para divertirse y, de paso, ir más allá en sus narrativas sobre la discapacidad.
“Ojitos de Huevo” es chistosísima, la prueba máxima de que la realidad supera a la fantasía. Yo lo reto a que vea cualquiera de sus episodios de media hora y a que no se ría en alguna escena.
Por si esto no fuera suficiente, el reparto es magnífico. Vamos de algunos de los mejores talentos de México como Alejandro Calva y Verónica Merchant al mismísimo Ojitos de Huevo dándole vida a Ojitos de Huevo.
Y la producción, estupenda. Luche por verla. Le va a gustar. De veras que sí.
HISTÓRICO
Este jueves 23 de noviembre, a las 19:00, en el Auditorio Nacional, va a ocurrir algo histórico, maravilloso, imperdible.
Se lo estoy avisando con mucho tiempo para que lo agende, para que vaya, para que, en caso de ser periodista o influencer, lo cubra.
Se trata de Tengo un sueño 2023. ¿Qué es esto? El gran espectáculo de la libertad creativa de todo nuestro país.
No sé si usted lo sepa pero la Secretaría de Cultura tiene un programa titulado Semilleros Creativos donde a las niñas, niños y jóvenes en condiciones de vulnerabilidad se les acerca al arte y la cultura.
Esas y esos pequeños aprenden, completamente gratis, música, danza, circo, teatro, muralismo, fotografía, textiles, alfarería, producción audiovisual y muchas otras actividades más.
Tuve el gran honor de visitar varios de estos espacios hace un par de semanas y todavía no puedo asimilar tanto amor, tanto talento ni tanta belleza.
El arte y la cultura le están cambiando la vida a miles de mexicanas y mexicanos. ¡Y qué cree! Tengo un sueño es algo así como su gran presentación.
¿Sabe usted lo que es pasar de la vulnerabilidad al dominio de un instrumento y presentarse en ese recinto donde se presentan los artistas más grandes del mundo?
Por eso quiero que vaya, para que le conste, para que aprecie y goce. Además, el boleto se paga con donativos para Acapulco y Coyuca.
Es ganar-ganar. Gana Guerrero. Ganan nuestras niñas, niños y jóvenes. Ganan el arte y la cultura. Gana México. Por nada del mundo deje de ir. Busque más información en las páginas oficiales. Además, se la va a pasar de lujo. Se lo prometo.