¿Se acuerda que le había dicho que el canal de paga Lifetime era la cosa más congruente del mundo, entre muchas razones, por su selección de películas especiales para televisión?
El domingo pasado me dijeron: cállate porque no has visto nada. ¡Qué peliculón se aventaron con Harry & Meghan: escape del palacio!
Como el título lo indica, es la versión en cine del chisme más escandaloso de la familia real británica. ¡Pero no sabe usted qué cosa tan más tremenda!
Primero, porque no es lo mismo ver esto en las noticias o en los programas del corazón, a verlo con actores. ¡Sí se siente muy fuerte!
Segundo, porque es una gran película muy bien planteada en términos editoriales, muy entretenida y muy bien hecha.
Y tercero, porque uno se queda con muchas emociones en el corazón y con muchas ideas en la cabeza. ¡Qué infierno tan más espantoso de racismo y veneno el que tuvieron que padecer Harry y Meghan!
¡Cuánto dolor alrededor de Harry! ¡Cuánta entereza la de Meghan! ¡Cuántas lecciones! ¡Qué historia!
¿Me permite una sugerencia? Métase ya a la guía electrónica de su sistema de cable o de antena directa al hogar y busque las retransmisiones.
Le juro que Harry & Meghan: escape del palacio le va a encantar. Imperdible Lifetime Movie. De veras que sí.
Exorcismos
El negocio de la televisión se ha vuelto tan competido, compulsivo y agobiante que casi nunca le vuelvo a escribir de una misma serie.
No es por falta de ganas, porque deje de hacer mi trabajo o porque no quiera. Es porque no hay manera.
Hoy, por la más elemental dignidad profesional, necesito escribirle de Los enviados de Paramount+.
Le recuerdo: Los enviados es una serie mexicana con un reparto enloquecedor, un director ganador del Oscar y un tema fascinante que se estuvo distribuyendo a un ritmo de un episodio por semana hasta el domingo pasado.
Sí, ya terminó. Usted ya la puede gozar completa. Ya la puede maratonear.
¿Cuál es la nota? Que es realmente buena. Estamos hablando de algo así como Los expedientes secretos X pero sobre exorcismos, con sacerdotes y en un pueblito mexicano.
Le voy a decir qué fue lo que más me gustó: que la sentí mía, mexicana, latina.
Éstos son mis referentes culturales cuando hablo de conspiraciones, de investigaciones paranormales, de algo parecido al terror. Y eso no lo puedo dejar de agradecer.
Me encantó el desarrollo de la historia porque me hizo viajar de temas muy escabrosos a situaciones muy espirituales, y porque el reparto no sólo hace un trabajo excepcional, está lleno de sorpresas.
Siento que vi la consagración de Irene Azuela, que descubrí a un Miguel Ángel Silvestre que no conocía, que vi a Luis Gerardo Méndez como jamás lo había visto y que confirmé la grandeza de Miguel Rodarte.
Pero Adrián Vázquez me dejó como estúpido, Mabel Cadena me volvió a enloquecer, Diana Lein me demostró que es una actriz poderosísima, Aída López me recordó por qué la nominaron al Emmy Internacional y Mercedes Hernández, por qué ganó el Ariel.
Los enviados es un caso muy raro porque es una serie de actores. ¿Sí me entiende? Una serie donde los actores pueden ser, crecer, crear.
Después de esto yo, por ejemplo, quiero volver a ver mil veces a Assira Abbate en televisión, a Armando Epitia, a Juan Carlos Colombo, a José Sefami, a Fernando Becerril.
Quiero una temporada dos, con otro caso, con más sorpresas. ¡Que gran experiencia! ¡De veras! ¡Felicidades!
Y felicidades a Paramount+ porque en este asunto de las series mexicanas, es muy fácil estrenar, pero complicadísimo sostener y ellos, con esta obra que involucró nombres como el de Juan José Campanella, sostuvieron como la mejor de las plataformas. ¡Bravo! ¡Bravo! ¡Bravísimo!