Prime Video subió el capítulo final de la primera temporada de la serie “GenV” y el mundo tembló

¿Por qué? Porque aquello fue verdaderamente magistral. Ya no sólo estamos hablando de un “spin-off” de “The Boys”. Ahora estamos hablando de una serie de superhéroes tan buena como “The Boys”, que vale por sí misma.
¿Qué le puedo decir yo más allá de lo obvio, más allá de los elogios? Que el mercado de los superhéroes está saturado, retacado de basura, que se ha convertido en una mierda.
Es increíblemente gratificante que en medio de esta crisis una plataforma se haya atrevido a meterse con esto y que lo haya hecho bien.
“GenV” le da al clavo en lo que es y debe ser una serie de superhéroes. No cualquiera logra ese equilibrio entre diversión, denuncia y aportaciones cinematográficas, mucho menos en una producción sólo para adultos.
Le ruego que analice los superpoderes que se ponen aquí sobre la mesa, lo que se dice en términos sociales. Es escalofriante, muy madura, inmensa. Luche por verla. En serio.
SUBLIME
Creo que fui el primer periodista en escribir de “Attack on Titan” (“Shingeki no Kyojin”)en 2013. Hasta la mencioné varias veces en mis legendarios programas especiales de animación japonesa.
En aquel entonces me metí en muchos problemas por atreverme a hacer eso. El ánime estaba prohibido.
El caso es que este sábado 4 de noviembre, diez años después, terminó la transmisión de esta joya en Crunchyroll y el tiempo me dio la razón:
La animación japonesa es una de las manifestaciones artísticas más importantes del mundo y “Attack on Titan”, una obra maestra de la cultura universal.
Ver completa esta imponente producción hoy es tan importante como haber leído a Joyce o a Proust en el siglo XX.
No sé usted pero yo todavía no puedo creer la perfección de esta exquisitez que nos puede llevar de lo más macro a lo más micro en cuestión de segundos y transformar la acción en filosofía, en poesía.
¿Cuál es la nota? Que estos genios sí supieron y sí pudieron cerrar bien una epopeya, que Japón consiguió lo que Inglaterra y Estados Unidos no pudieron cuando tuvieron la oportunidad con “Game of Thrones”. ¡Felicidades!
NOSTALGIA
Vivo en un espacio privilegiado donde hay cualquier cantidad de espectáculos simultáneos. El sábado pasado, después del Desfile de Día de Muertos de la Ciudad de México, decidí ir a “The Beatles Symphonic Fantasy” al Auditorio Nacional.
Fui tan feliz que todavía no lo puedo creer. Estamos hablando de un show creado por Damián Mahler y Javier Fernández con voces seleccionadas por la gente de The Cavern y una magnífica orquesta de músicos mexicanos que viajaron desde Toluca exclusivamente para esta presentación.
Damián también fue el director y esto, de lo que se trataba, era de recrear la música de los Beatles con orquesta en vivo.
¿Qué fue lo que pasó? Lo que nadie esperaba. Aquello, que por definición era un espectáculo de nostalgia, terminó siendo un show de vanguardia.
Es impresionante la vigencia, la valentía y la belleza de la música y de las letras de los Beatles. Estamos ante un espectáculo que, vergonzosamente, dice lo que los artistas de hoy, en su infinita vanidad, ni siquiera están considerando.
Imperdible es poco. Yo sí lo volvería a ver.