Espectáculos

‘Game Of Thrones’ y la producción

Este domingo se va a transmitir el segundo capítulo de la última temporada de Game Of Thrones y le ruego que haga un experimento: En cada escena que vea, trate de imaginar cuánta gente está detrás, qué hizo cada quién, cuánto tiempo se tardaron en filmarla y cuánta preparación hubo antes de rodar.

Sí, yo sé que hay muchas series muy buenas en el mercado, algunas excepcionales, pero nada como Game Of Thrones.

De entrada, los libretos. ¿Cómo escribir eso en términos audiovisuales? ¿Cómo hacerle para que se entienda, para que emocione? ¿Cómo encontrar esa frase perfecta para cada personaje sin que se pierda la cadencia, sin dejar de entretener?

No son guiones que se escriban en dos días. Se necesita de la presencia de un showrunner excepcional que haya estado en la parte de los presupuestos, de las contrataciones, que domine las cuestiones legales y que garantice que al final va a quedar lo que se propuso. Esas secuencias en el hielo, en el mar, los desiertos, los bosques y muchas otras locaciones más, implican viajes internacionales. Ninguna producción de ninguna serie viaja por el mundo sin tener los permisos necesarios, las visas, la seguridad, la transportación, la alimentación, el hospedaje, los gastos médicos y una larguísima lista de sutilezas por el estilo que se multiplican por decenas de personas.

Y antes de que las cámaras comiencen a filmar, los libretos se convirtieron en bocetos, se construyeron escenarios, se mandaron a hacer muebles, ropa, objetos y los especialistas de maquillaje, peinado, iluminación y mil áreas más se juntaron, discutieron y construyeron algo. Imagínese al director poniéndose de acuerdo con la gente de fotografía, organizando lecturas con los actores, ensayando golpe por golpe, caída por caída, montando los efectos especiales. Y que si el dragón, y que si los caminantes, y que si los créditos de entrada. En toda serie profesional se hacen cosas más o menos así, pero en ninguna como en Game Of Thrones, porque ninguna tiene el tamaño de Game Of Thrones.

Si no me cree, échele un ojo a los extras que están en HBO GO sobre asuntos en los que nadie depara como la composición de cada uno de los temas musicales de este proyecto. Es una barbaridad creativa, de gente, y todavía no nos metemos con todo lo que pasa después de que se hicieron las tomas y que tiene que ver con cuestiones muy técnicas, pero fundamentales, de edición, color y sonido.

Por si todo esto no fuera suficiente, tenemos que considerar el doblaje a muchos idiomas. Aquí hay un control de calidad, una selección de actores profesionales de la voz tan importante como la de los hombres y mujeres que salen a cuadro. Por eso este fenómeno mediático es poco menos que un milagro. Por eso es increíble que algo que ha pasado por tantas manos salga tan hermoso, tenga un mismo tono, funcione y conserve el factor sorpresa en tiempos de redes sociales.

Este domingo se va a transmitir el segundo capítulo de la última temporada de Game Of Thrones. Por favor no se lo pierda y mientras lo mire, imagine todo lo que hay detrás. Le juro que su percepción se enriquecerá muchísimo y que, como yo, aprenderá a valorar este esfuerzo monumental, maravilloso. ¿O usted qué opina?

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Álvaro Cueva
  • Álvaro Cueva
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  • Es el crítico de televisión más respetado de México. Habita en el multiverso de la comunicación donde escribe, conduce, entrevista, da clases y conferencias desde 1987. publica de lunes a viernes su columna El pozo de los deseos reprimidos.
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