Entre los escritores, fuera de afinidades y grupos entre su propia comunidad, hay una división tajante que nada tiene que ver con ideologías. Hay quienes ven como un deber indiscutible participar en el debate público, sea escribiendo artículos en espacios periodísticos o de análisis, sea como invitados en programas destinados a la discusión de la vida nacional. Y hay otro bando que simplemente no está interesado en esa dinámica.
El escritor francés Emmanuel Carrère es de los primeros y suele intervenir en el debate con su género favorito, el reportaje, aunque no desaprovecha la proyección en otros foros, como el televisivo. Invitado por el programa La Grande Librairie de France Tv, el autor ha decidido plantear un tema con la convicción de que, en tanto escritor, tiene la obligación de decir algo.
“Creo que hay dos formas de ver las cosas hoy: la relativamente optimista y la radicalmente pesimista. Los relativamente optimistas piensan que la humanidad atraviesa una fase de caos, trágica y temible, pero que eso ya le ha pasado en la historia y, por eso, la sorteará.
“Los radicalmente pesimistas piensan que semejante caos jamás ha ocurrido y que no es una fase, sino el final. El análisis de la situación no es complicado, porque no hay que ser inteligente ni muy informado para ser consciente de cuatro fenómenos.
“El primero, el desastre climático, que pese a las cumbres (COP) presididas por los magnates petroleros, es irreversible. El segundo, la crisis migratoria, con la mitad del planeta inhabitable mientras que sus pobladores quieren irse a la otra mitad, donde dicen que no hay lugar: el barco está lleno. Tercer tema, la inteligencia artificial, que nos funde y probablemente nos devore, y el cuarto es el fin de la democracia, el fin de nuestros valores.
“En cuanto escritor, creo que debo decir algo sobre todo esto. Si es realmente lo que sucede, no tiene sentido hablar de otra cosa. Entonces sigo el proceso de los atentados del 13 de noviembre, veo Ucrania, pero soy como un conejo deslumbrado por un faro. ¿Qué hacer? Cierro las escotillas, escribo sobre mi infancia y sobre la juventud de mis padres. Eso no es una solución, pero nadie ha dicho que haya solución”.
Lapidario.