En las luminosas cartas que intercambian y recoge un libro editado por Emecé, Yukio Mishima confiesa a Yasunari Kawabata que el día más feliz de su vida fue cuando conoció Disneyland de Los Ángeles en un viaje, al parecer único, a Estados Unidos, lo que resulta sorpresivo sobremanera habida cuenta del carácter arisco y del sentimiento trágico de la vida, para usar la expresión de Unamuno, que pesaban sobre el genio japonés.
Conocí en 2013 el complejo de Orlando, con sus cuatro parques temáticos, y pude entender el porqué del encanto que lanzó ese lugar al novelista. Más allá de que a una persona en Occidente y sus países pobres les resulta familiar todo el árbol genealógico creado por Walt Disney, primero, y sus asociados después, como la saga Harry Potter o las joyas de Universal, la famosa magia de la que se hace gala flota por doquier.
Nada más Universal es un banquete para el amante del cine, si es que al visitante no le importa el vértigo de los juegos mecánicos. Pero hay algo más: una de las atracciones se llama Rock 'n' Roller Coaster y es identificable a simple vista por una hermosa guitarra eléctrica que hace las veces de portón para ingresar.
Hecha la fila con estricto orden, uno llega a una especie de andén en el que se anuncia que el concierto de Aerosmith está por comenzar, pero al otro lado de la ciudad. Enfrente, como si se tratara de una estación de trenes, aparece de pronto la banda, encabezada por Steven Tyler, que ordena a su equipo mandar una limusina para recoger a sus fans que ya van tarde para la tocada.
A ritmo de “Walk This Way”, con un sistema de audio de 32 mil vatios con 125 bocinas, la limusina irá a toda velocidad con giros trepidantes que quitan el aliento al pasajero, al que en otros viajes le puede tocar una baraja diferente, como “Dude (Looks Like a Lady)”, “Sweet Emotion” o “Back in The Saddle”. Recordaba todo esto con nostalgia cuando me enteré la semana pasada del fin de la banda por los problemas de salud de su cantante, figura icónica que tuve oportunidad de ver en el Foro Sol en 2011.