Durante años, la menopausia ha sido vista como el final de algo importante: de juventud, fertilidad, deseo, incluso de nuestra energía. Una etapa rodeada de miedo, silencio y prejuicios. Se nos enseñó a vivirla con resignación, como si no hubiera otra opción más que soportar sus síntomas en soledad.
Hoy quiero invitarte a cambiar el lente con el que miramos esta etapa. La menopausia no es una enfermedad ni una pérdida: es una transformación. Una oportunidad para soltar lo que ya no nos sirve y reconectar con nosotras mismas desde la conciencia, la ciencia y el autocuidado. Vivir más y mejor es posible, incluso cuando comienza esta gran transición.
Durante mucho tiempo, la menopausia fue considerada sinónimo de sufrimiento. Los cambios físicos, hormonales y emocionales se veían como una condena inevitable. Pero hoy sabemos que no tiene por qué ser así. Existen nuevas perspectivas, tratamientos y herramientas que nos permiten atravesar esta etapa con plenitud y calidad de vida.
La nutrición, por ejemplo, ya no se trata de restar, sino de sumar alimentos reales y nutritivos que apoyen nuestras necesidades específicas. Ahora sabemos que incluir antioxidantes, vitamina D y omega 3 es fundamental para los retos que conlleva esta etapa. El ejercicio ha dejado de ser una exigencia estética: los movimientos de fuerza, cardiovasculares y funcionales, adaptados a cada mujer, se han convertido en aliados para fortalecer tanto el cuerpo como la mente.
Antes se pensaba que el deterioro de la salud emocional, la piel y la salud íntima eran daños colaterales que simplemente había que aceptar. Hoy entendemos que podemos cuidar nuestras emociones con espacios de calma y autocuidado, que podemos reconectar con lo que sentimos y que la salud mental debe ser una prioridad. También sabemos que la hidratación adecuada, tratamientos específicos y las visitas médicas oportunas pueden marcar una gran diferencia en el bienestar de la piel y el área íntima. Incluso la salud ósea y cardiovascular, que antes parecían estar fuera de nuestro control, hoy pueden fortalecerse con pequeños ajustes en nuestra rutina diaria. La menopausia ya no es una batalla perdida: es una etapa que podemos vivir de manera informada, acompañada y con herramientas prácticas que mejoran la calidad de vida.
A las mujeres les quiero recordar que no todas atravesamos la menopausia de la misma manera, y las invito a que utilicen la ciencia como su mejor aliada. Un examen nutrigenético, como el que realizo, permite analizar tus genes relacionados con menopausia y envejecimiento saludable para recibir una guía personalizada que te permita optimizar tu nutrición, ejercicio, sueño y suplementación. Así podrás implementar cambios concretos para vivir esta etapa de la mejor manera.
Y si eres profesional de la salud y quieres seguir aprendiendo sobre el impacto de la nutrición en la salud hormonal y conocer nuevos enfoques para acompañar a sus pacientes, te invito al 2º Seminario de Nutrición organizado por el Hospital Clínica Nova, donde seré conferencista.
Fecha: 3 y 4 de julio de 2025 en Teatro Nova, dentro del Hospital Clínica Nova (San Nicolás de los Garza, NL) con un costo de 100 pesos. El registro iniciará desde las 8:00 a.m. Inscríbete en https://lnkd.in/gVCj2E53
Para más consejos sobre cómo vivir más y mejor te espero en Instagram: @aleponce.healthyagingmx, y cada lunes en esta columna.
