En el 2022, no solo el Poder Ejecutivo sufrió un intempestivo cambio con la llegada de un gobernador sustituto, también el Legislativo tuvo que ajustar su estructura para nombrar a un nuevo presidente de la Junta de Gobierno y Coordinación Política, ya que esta posición había recaído desde 2021 en la figura de Sergio Salomón Céspedes Peregrina, quien transitó a la gubernatura, dejando acéfala la primera.
Fue entonces que se eligió a Eduardo Castillo López como líder del Congreso, por encima de otros perfiles que quizá contaban con mayor experiencia o trayectoria política, pero que en ese momento tan sustancial para la estabilidad del estado, se requería de un perfil confiable, que no tuviera compromisos que condicionaran su actuar y que sacara adelante, por un lado la agenda legislativa marcada para el resto de la legislatura; y por el otro, que sirviera como aliado estratégico en el transitar de Céspedes Peregrina al frente de la administración estatal.
A pesar de que muchos dudaron que lo lograría, a un año de distancia, Eduardo Castillo logró mantener la gobernabilidad necesaria dentro de un Poder que representa a todas las y los poblanos, pero que se convierte en un escenario de lucha entre las diversas fuerzas parlamentarias ahí representadas.
Castillo López tuvo que concertar desde el primer minuto con la oposición representada en el PAN, cuyo coordinador es Rafael Micalco, el PRI con el experimentado Jorge Estefan Chidiac, el PSI con Carlos Navarro y Movimiento Ciudadano con Fernando Morales, pero también logró fortalecer la unidad de Morena, que el mismo Castillo López coordina de la mano con el PT a través de Toño López y el PVEM de Jaime Natale.
En términos generales, en el Congreso del estado el consenso, la unidad y la conciliación ha sido la clave para generar acuerdos y transitar sin sobresaltos por encima de las diferencias partidistas e ideológicas.
Se logró mantener al Legislativo alejado de las confrontaciones, enojos y conflictos. Muchas de las aprobaciones se dieron por consenso y unanimidad. Es así como se logró transitar, al menos en los tres periodos ordinarios del segundo año de ejercicio legal.
Desde luego que quedan muchos pendientes dentro de la agenda legislativa y sobre todo, el reto de mantener el seguimiento a estos grandes pendientes en un año electoral, donde se buscará dar continuidad a la agenda con muchos suplentes, debido que los titulares irán a campaña.
